La Universidad te planteará un nuevo reto: ser eficiente

Has llegado a la Universidad y en un breve espacio de tiempo se van a concentrar gran cantidad de tareas que llevar a cabo. Cada asignatura tiene actividades de distinta índole (estudio, prácticas, presentaciones…) a las que quizá ya te hayas enfrentado pero no en tal cantidad como ahora. Y todo ello sin perder de vista tu vida personal, ocio, viajes, familia.

Puede ser que, por primera vez, te enfrentes al verdadero reto de ser eficiente: sacar el mayor rendimiento de tus horas de estudio, ser productivo. Ahuyentar al fantasma de la procrastinación no es sencillo, sobre todo si ha sido un buen compañero de viaje durante muchos años en los que el nivel de exigencia no era tan alto.

Es posible que te encuentres sin armas para afrontarlo. Todos tenemos pequeños trucos para gestionar y sacar tareas adelante, pero las múltiples asignaturas y la acumulación de tensión y cansancio en determinadas fechas harán casi imprescindible recurrir a un método más riguroso y profesional para llevarlas a cabo.

¿Cómo puedes ser más productivo, más eficiente?

Planifica: Dedica unos minutos al inicio de cada día para saber qué está pendiente y planificar cómo hacerlo. Hay muchos métodos para lograr la eficacia al trabajar, el método GTD por ejemplo, o el más llamativo Pomodoro. Pero ninguno de ellos funciona si no dedicas tiempo a su uso y planificación.

Aprovecha las primeras horas de la mañana: Por la mañana temprano, las tareas cunden más. Estás más fresco, y a esas horas hay menos gente de tu entorno con posibilidad para molestarte: o menos llamadas, menos Whatsapp, menos ruido… Madrugar un poco puede hacerte ganar un par de horas al día.

Haz lo más pesado al principio: ¿Tienes esa sensación de agobio al final del día porque aún no te has puesto a hacer esta tarea pendiente y desagradable? Pues aprovecha justo esas horas iniciales que comentábamos para ello. Probablemente descubras que la tarea es menos exigente de lo que parecía, cometerás menos errores por estar más fresco y, conforme avances, verás que te liberas de esa angustia diaria.

¡Descansa también!: Si verdaderamente quieres ser eficiente debes dejar que tu mente descanse con cierta frecuencia. Aunque tengas mucho por hacer, es fundamental parar unos minutos, recordando que descansar no es perder el tiempo: puedes hacer otra actividad que te guste como pequeña recompensa.

Ordena tu mesa de estudio: tener cada cosa en su sitio hará que seas capaz de concentrarte en estudiar y cada minuto que dediques a ello se multiplicará.

¡Cuidado con la multitarea!: Si piensas que eres más eficiente haciendo muchas cosas a la vez, te equivocas. La multitarea es una gran enemiga de la productividad, porque requiere recursos y esfuerzos para saltar de una actividad a otra. Haz una cosa detrás de otra, eso sí, con inteligencia, procura que el trabajo que haces o los materiales que utilizas puedan servirte para más adelante o en alguna otra ocasión.

Apaga el teléfono, el correo, Internet: No te hace falta estar todo el día conectado, en serio. Además, es muy probable que genere una mala imagen de ti, ya que nadie percibirá que te dedicas a otra cosa que alimentar ese diálogo online que dan las comunicaciones móviles. No eres más eficiente por contestar instantáneamente a un correo o llamada. Al contrario, serás sólo bueno en eso, en contestar rápido. Apaga todo por una hora, haz la tarea que te hayas propuesto y enciende tus medios de contacto para devolver llamadas y responder emails. Te sorprenderá que no te has perdido nada urgente y que, a cambio, has sacado adelante tareas pendientes. Repite cíclicamente este modo de trabajar

En la Universidad Camilo José Cela disponemos de varios recursos en los que puedes solicitarnos consejos o referencias sobre métodos de estudio o incluso pedir y compartir tus experiencias con tus compañeros en el perfil de la UCJC en Facebook y Twitter.

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