«Cambio climático, transporte y la logística y agricultura española». Es un post elaborado por Mauricio Valverde Saucedo, estudiante del Grado en Transporte y Logística UCJC.
El avance del desierto en las zonas de cultivo es ya una realidad.
El 75% del territorio nacional está en peligro de desertificación y el 20% de éste ya se considera desierto. Si no se empiezan a seguir políticas más estrictas de sostenibilidad de los recursos hídricos, la situación empeorará.
Además, el impacto de esta desertificación afectará de manera indirecta al sector del transporte y la logística. En cifras, si tenemos en cuenta que la producción de las zonas con más peligro de desertificación (Murcia, Andalucía, Castilla la Mancha, Valencia y el Sur de Cataluña),es de 6.361.617 t anuales de producción, solo de frutas y hortalizas. Esto quiere decir que directamente estas cantidades se verán reducidas. Afectando así a la logística y al transporte de éstas. Por otro lado, quien peor parado puede resultar, es el transporte internacional de estos productos. Ya que la balanza comercial de hortalizas y frutas marca el volumen medio de negocio y este es de 13.554 millones € anuales.
Dentro de ese escenario de desertificación, no todo puede ser negativo para el sector.
Puesto que el mercado marcará que se importen aquellos productos.Pues no tendremos capacidad de producirlos para dar cobertura a la demanda nacional y por ende, aumentará el volumen de sus de importaciones. Para poder continuar con el nivel de explotación de hoy en día, se deben optimizar mucho más los recursos disponibles. Quizás, descartando aquellos cultivos que no son productivos y consumen enormes cantidades de agua.
Estamos ante un paradigma crucial, puesto que si se sacrifican cultivos de zonas poco productivas, éstos se pueden llevar a terrenos donde sí lo son y de esa manera poder mantener la balanza comercial de frutas y hortalizas en niveles positivos.