El efecto invernadero y el cambio climático que ya no niega nadie.

«El efecto invernadero y el cambio climático que ya no niega nadie». Es un post elaborado por Angela Ramírez Herrera , alumna del Grado en Transporte y Logística para publicar en el Blog del Grado en Transporte y Logística UCJC.

Estudiamos que el clima en la Tierra, sufre de forma natural, periodos muy fríos o glaciares. El último hace unos 12.000 años.

Mucho frío parece que debía de hacer en esa época. Haciendo la vida inhóspita,. ¡Qué temperaturas tan bajas debieron de alcanzarse! Lo que seguramente sorprenderá al lector, es que la temperatura media mundial entre los periodos glaciares y los periodos interglaciares cálidos, varía sólo entre 4 y 7ºC.

Obsérvese cómo cambios climáticos importantes requieren de variaciones de pocos grados en la temperatura global.

Son muchas las causas que se proponen para explicar la variación de la temperatura media global. Desde la menor actividad del sol, a cambios en la inclinación del eje de giro del planeta, vulcanismo, ciclos astronómicos, etc., sobre todos ellos hay mayor o menor consenso. Sin embargo, las más conocida y también preocupante, es la acción humana sobre el efecto invernadero.


El efecto invernadero es un proceso natural. Gracias al cual ciertos gases presentes en la atmósfera
(vapor de agua, dióxido de carbono o CO2, metano, óxido nitroso y ozono) favorecen que la luz
ultravioleta que proviene del sol, y que se refleja en la superficie del planeta en forma de infrarrojos, no se escape, ayudando así a proporcionarnos una temperatura media agradable.

Una temperatura de unos 15ºC que nos permite habitar el planeta. Pues en ausencia de este fenómeno sería de 18°C bajo cero. Lo que haría más complicada nuestra supervivencia. Por tanto, el efecto invernadero es beneficioso, y no deberíamos haberlo alterado. Sin embargo, la trepidante actividad humana después de la Revolución Industrial ha incrementado la generación y emisión de CO2 a la atmósfera. Y, lo hacemos de una manera tan intensa, que parece capaz de producir el calentamiento global del planeta. Esto viene apoyado por los registros históricos de temperaturas. Que, indican que en los últimos 100 años, la temperatura media global ha aumentado 0,76 ºC. Existiendo variaciones puntuales más notorias. Como el incremento de 1,5ºC en España y hasta de 5 ºC el el ártico.

Ante los cambios de patrones climáticos. Como el aumento del nivel del mar, eventos climáticos extremos, y el impacto negativo sobre la vida de las personas y la economía. Los líderes mundiales se han movilizado dando paso a la acción.

Que se manifiesta en los Objetivos de Desarrollo Sostenible de la Agenda 2030 aprobada por la ONU.
El Objetivo 13: Acción por el clima
Con este objetivo se pretende adoptar medidas urgentes para combatir el cambio climático y sus
efectos. Para ello, podríamos, por ejemplo, reducir el consumo de combustibles fósiles. Disminuir la emisión de CO2 compartiendo automóviles o usando el transporte público. O, emplear medios de transporte más sostenibles. Podríamos, disminuir el consumo de combustible para calefacción, ajustando el termostato. Podríamos, también reutilizar objetos para darles una segunda vida útil. Y, reciclar más envases, sirviendo éstos de materia prima para un nuevo ciclo de producción.

A las empresas también se las anima a eliminar las emisiones de carbono de sus operaciones y
cadenas de suministro, para mejorar su eficiencia energética. Podrían aumentar las inversiones en el desarrollo de productos y servicios innovadores e inclusivos. Empresas, climáticamente inteligentes y con bajos niveles de emisión de carbono. Preparadas para adaptarse al cambio climático y reforzando la resiliencia en sus operaciones, las cadenas de suministro y las comunidades en las que operan.

Para que estas acciones tengan el impacto deseado, deben llevarse a cabo de una manera generalizada. Y, para ello deberían “calar” profundamente en nuestro día a día. De forma que prácticamente cada movimiento nuestro debería de estar alineado con este objetivo. Así, por ejemplo, a la hora de encender el aire acondicionado, nos deberíamos preguntar si es realmente necesario. O, si bastaría con abrir las ventanas, bajar las persianas, aligerar la vestimenta, encender solo el ventilador…

Así, deberemos adaptarnos al nuevo escenario que se nos avecina.

Mentalmente, realizando un análisis previo de alternativas para evaluar si la acción es necesaria. O, si es preferible elegir opciones más sostenibles. Este análisis previo deberemos hacerlo para cualquier cosa…Desde la compra de un pantalón, a la planificación de un viaje, la ubicación de vivienda, e incluso, la forma de trabajar.
Además, el cambio físico será evidente. Y, no solo porque los efectos del cambio climático provoquen el abandono de suelos desertificados, la pérdida de costas. Y, del bullicio de las calles inmersas en un calor sofocante como para pasear por ellas.

También contamos con nuevas tecnologías. Normalizaremos, no tardando mucho, las placas solares, los grandes aerogeneradores, y otros sistemas de energía más limpios que los actuales. Todos aquellos que aún están por venir gracias a los avances en innovación, ciencia, y tecnología.

Bibliografia consultada

https://es.wikipedia.org/wiki/Glaciaci%C3%B3n
https://www.aragon.es/-/el-cambio-climatico
https://www.un.org/sustainabledevelopment/es/objetivos-de-desarrollo-sostenible/
https://www.un.org/sustainabledevelopment/es/climate-change-2/
https://es.wikipedia.org/wiki/Regla_de_las_tres_erres
https://sciencebasedtargets.org/resources/legacy/2020/10/SBTi-Target-SettingManual_SPANISH_MOD.pdf

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