«El futuro de un transporte sostenible». Es un post elaborado por Tatiana García, para publicar en el Blog del Grado en Transporte y Logística UCJC.
En el caso del transporte, éste tiene mucha responsabilidad en esta situación desde el siglo XIX con el invento de la locomotora en los inicios de la Revolución Industrial, puesto que es uno de los sectores que más influyen en las emisiones de GEI (Gases de Efecto Invernadero).
Ante esta situación, muchas empresas han desarrollado una visión más orgánica sobre los procesos de mensajería y logística en la ciudad con el objetivo de garantizar un servicio más limpio y eficiente. De esta manera, se intenta promover la reducción de emisiones de CO2. ¿De qué manera? Incorporando en la superficie de los vehículos un panel solar que se encargue de propulsarlo. De este modo, el panel solar absorbe la energía solar fotovoltaica que posteriormente se transformará en energía eléctrica, y esté se almacenará en la batería solar para poder alimentar al motor del vehículo.
Gracias a los avances tecnológicos e impacto social, cada vez son más las empresas que se comprometen y conciencian en desarrollar diferentes tipos de transporte sostenible como, por ejemplo, Skydweller que está realizando en Castilla-La Mancha pruebas con el “avión solar” que puede permanecer días en el aire durante su primer vuelo.
O bien, Seur, con su nuevo sistema de reparto de ciclo mensajería “MenSOS”. ¿En qué consiste? ¿será el futuro de un transporte sostenible?
En una implantación de placas solares en la superficie de la bicicleta que ayudará a propulsarlo y realizar entregas responsables con el medio ambiente. De esta manera se ahorran 12 toneladas de Co2 y 614 árboles salvados.
Por ende, este sistema de mensajería sostenible desencadena diferentes ventajas, tales como:
- Una reducción significativamente de las emisiones de efecto invernadero de los conductores, de tal forma que mejoraríamos la calidad del aire que respiramos. Provocados por los gases dañinos debido a los viajes cortos en coche, es decir, el motor no llega de aclimatar por el tiempo reducido en funcionamiento.
- La fabricación y mantenimiento de bicicletas supone menos energía y material, en comparación que la de un coche.
- El uso de las bicicletas disminuye la contaminación acústica y supone menos espacio y tráfico en las grandes ciudades.
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