EMPLEO, TALENTO Y FORMACIÓN PARA EL TRANSPORTE Y LA LOGÍSTICA

Asistimos, sin duda, a una nueva revolución industrial. Miles de empleos desaparecen, generándose otras nuevas oportunidades que requieren formación específica.

Sin embargo, y pese a las crisis económicas encadenadas el sector del transporte y la logística continúa creciendo. Los últimos datos que devuelve la Seguridad Social (diciembre 2020) confirman una ocupación laboral con más de 932.000 empleos directos. Un crecimiento del 2,7%, y 22.153 nuevas contrataciones. A pesar de estos datos, la gestión de la cadena de suministro se enfrenta a nuevos retos como la digitalización, la movilidad sostenible ligada a la distribución urbana de mercancías y el auge del ecommerce. Además de a las nuevas tendencias tecnológicas o las consecuencias, ahora sí, palpables del Brexit.

Podemos ahora, afirmar que, la emergencia sanitaria consecuencia del Sars-Cov-2 ha puesto de manifiesto la necesidad y la importancia de la digitalización en todos los ámbitos.

Aun así, sigue observándose “resiliencia” empresarial, negándose en algunos ambientes a admitir que la pandemia ha adelantado el futuro sobre el que ya se venía hablando. En los eventos, congresos y jornadas celebrados recientemente (en su mayoría virtuales, consecuencia de la crisis sanitaria) se ha puesto de manifiesto como la digitalización del transporte y las cadenas de suministro está siendo estimulada por el mantenimiento predictivo, la fabricación inteligente, la robótica y por supuesto la demanda específica del cliente.

Es decir, “las voces autorizadas” apelan a la centralidad del cliente como una necesidad y no únicamente como una tendencia.

La falta de formación tecnológica añadida a los antiguos estereotipos de la deficiente imagen sectorial aumenta la dificultad para encontrar y retener talento. Y, se vuelven a poner sobre la mesa como necesidades actuales del mercado para poder garantizar un adecuado relevo generacional.

En mi opinión, no es del todo cierto que exista un déficit de formación o de talento logístico. Y creo, que sería necesario plantearse si los profesionales del transporte y la logística están adecuadamente valorados.

Pues no deja de resultar resulta sorprendente que, durante la pandemia, los profesionales considerados como “esenciales” hayan sido los relacionados con las cadenas de suministro además de los sanitarios y las fuerzas de seguridad del estado. Y, sin embargo, el reconocimiento social y económico no se corresponde, con estas prioridades.

Analizando la situación actual, el sector se dirige hacia clientes cada vez más cercanos, con expectativas nunca antes vistas.

Clientes, que exigen una producción y trato personalizados y la necesidad de obtener experiencias de compra satisfactorias. Es por eso, que resulta evidente que las empresas han de ponerse al día en el plano digital. Las grandes compañías del sector llevan varios años avanzando en estos procesos que por supuesto requieren de la actualización de los conocimientos y habilidades del personal de la empresa.

Por eso, enfocándonos en la formación, conviene recordar que la mayoría de las empresas cuentan con personal que distribuyen en cuatro niveles profesionales. Puede parecer una obviedad, pero el grado de formación y cualificación de cada nivel debe ser adecuado a las funciones que desempeñe cada persona dentro de la empresa.

El esfuerzo en actualización de conocimientos y habilidades del personal de la empresa, o en la captación de nuevos activos, pasa por una definición clara de las funciones de cada una de las posiciones que se oferten y finalmente se ocupen.

Debemos además entender que, en la mayoría de las ocasiones, la digitalización viene de la mano de acuerdos estratégicos con otros. Ejemplos como el de Maersk que junto con IBM crean una plataforma para promover transacciones inteligentes no es único. Otras empresas del sector

promueven el desarrollo de vehículos autónomos, el uso de drones, o la trazabilidad de datos en tiempo real asociada a tecnología RFID.

Por otro lado, el COVID-19 parece ser el detonante definitivo de la consolidación del ecommerce. En España, el último trimestre del año creció en torno al 20,3% superando con mucho las previsiones. Según Deloitte, este crecimiento permanecerá y supondrá un elevado salto en la demanda. Aumentando la capacidad de empleo cualificado que el sector requiere.
Formación continua para el personal de las empresas del sector

En todos estos casos, las iniciativas de capacitación se han promovido desde las propias empresas con apoyo de diferentes organizaciones de referencia o mediante socios tecnológicos. Federaciones o asociaciones como FIATA (Federación Internacional de Transitarios) o CEFTRAL desarrollan cursos específicos para la digitalización de empresas de transporte por carretera, así como planes de formación para instructores.

Algunas grandes multinacionales como DHL, DB Schenker, UPS o Kühne+Nagel desarrollan sus propios programas de formación corporativa, en los que se integran contenidos para la adaptación digital de sus empleados. En estos casos, los presupuestos de capacitación son más abundantes y suelen contar con simuladores y contenidos específicos para el análisis de datos, interpretación de mapas de seguimiento, dispositivos de seguridad y toma de decisiones predictivas.

En el caso de las pequeñas y medianas empresas del sector logístico, existe una clara inquietud por la formación en materia de digitalización, sin embargo, las necesidades de capacitación de sus empleados suelen ser muy heterogéneas y tienden a emplear materiales formativos estandarizados, independientemente de que sean o no pertinentes.

Las empresas europeas del sector también pueden contactar con la Asociación Europea de Logística (ELA), que a su vez dispone de capítulos nacionales como la CILT en Reino Unido, la BVL en Alemania o CEL en España. Estos organismos también ofrecen formación en materia de digitalización, coordinando diferentes contenidos específicos y necesidades tecnológicas de cada tipo de operación.

Por supuesto, existen ámbitos de formación más específicos, como el que representa la Unión Internacional de Transportes por Carretera (IRU). Este organismo ofrece un amplio catálogo de programas de capacitación para los profesionales, incluyendo estándares tecnológicos tanto en el manejo de vehículos como en la manipulación de carga o de sistemas de seguridad.

Un caso más específico es el de las empresas de transporte aéreo de mercancías. Aquí la formación en los procesos de digitalización, más avanzados, está impulsada por instituciones más reconocidas dentro del ámbito aeronáutico como son OACI e IATA. La gestión del transporte de carga aérea exige el empleo de tecnologías estandarizas altamente competitivas y exigentes.

Formación superior en el ámbito del transporte y la logística

En cuanto a la formación superior en el sector del transporte y la logística, las universidades europeas y norteamericanas presentan una formación sólida y consolidada, con años ya de experiencia en la materia. La Georgia Tech o el MIT imparten programas en cadena de suministro, gestión del transporte y logística tanto interna como externa. A nivel europeo, existen numerosos programas universitarios en materia logística con más de 20 años de existencia. Las universidades nórdicas presentan programas con un marcado carácter hacia la dirección económica y financiera de empresas logísticas y comercio electrónico, las alemanas contenidos más ingenieriles basados en la optimización de las operaciones, mientras que las universidades de Reino Unido se diferencian por una formación inclinada a la gestión del transporte.

En España, la Universidad Camilo José Cela es la única que viene desarrollando programas universitarios con contenidos en transporte y logística desde hace más de doce años. En este caso, los programas engloban la formación desde los Ciclos Formativos de Grado Superior en Transporte y Logística y en Comercio Internacional (2 años de duración), el Grado Universitario en Transporte y Logística (4 años de duración) y el Máster Universitario en Dirección de Empresas Logísticas y Cadena de Suministro (1 año de duración). Todos estos programas son oficiales, están adaptados tecnológicamente en contenidos y metodología con una estrecha participación de las empresas más relevantes del sector.

Sin duda, la transformación digital ha exigido la actualización y ajuste de los planes de estudio universitarios. En este sentido, la participación de nuestro Consejo Asesor empresarial ha supuesto un excelente apoyo, mediante la participación de expertos de reconocido prestigio en la formación de los estudiantes. Además, las entidades están posibilitando las estancias en empresa para la mayoría de los alumnos, que compaginan su formación en la Universidad con su desarrollo laboral en prácticas o mediante contratos con jornadas flexibles.

De igual modo, que sucede en los centros de Alemania y Austria, existe una fuerte colaboración con empresas del sector que potencian la formación dual, contribuyendo a un aprendizaje de alto nivel y la creación de oportunidades de empleo para los recién licenciados. Lógicamente, los aspectos tecnológicos están fuertemente presentes, al menos desde el punto de vista de la operativa de usuarios.

Más recientemente, algunas universidades han lanzado programas de licenciatura y máster especializados en logística y cadena de suministro.

Es el caso de las universidades de LATAM y las asiáticas (China y Tailandia); cuyos gobiernos impulsan pues reconocen el papel esencial del transporte y la logística como sector estratégico para el crecimiento económico y la riqueza del país. Los programas formativos en estos casos se centran más en los conceptos clásicos de la industria logística y en la contratación de servicios.

Finalmente, algunas empresas financian los estudios universitarios de sus empleados para conseguir mejores garantías en las posiciones estratégicas o directivas de sus plantillas, mediante programas de estudio y empleo combinados.

Este es el caso de las Universidades de Huddersfield (UK), Cranfield (UK), Aachen (Alemania), UCJC (España), o JAMK (Finlandia) que disponen de programas de estudio flexibles, con enfoques de aprendizaje experimentales, combinados con la empresa y adaptados a las necesidades del sector.

Aunque el proceso de digitalización del sector del transporte y la logística debe realizarse de manera modular y progresiva, lo que es claro es que la formación jugará un papel clave en el éxito de ésta.
En el Grado en Transporte y Logística (100% Empleo) somos conscientes de las necesidades del sector. Nuestra formación (pulsa sobre plan de estudios) en la Universidad Camilo José Cela está diseñada para los mejores profesionales. Para más información contacta con Marta Serrano Pérez y Tomás García Martín.