«El Impacto Ambiental del Transporte Aéreo». Es un post elaborado por Roberto Velasco, estudiante del Grado en Transporte y Logística UCJC.  

Los desafíos medioambientales se han convertido en los últimos años en una prioridad. Incluso en el sector de la aviación, desde perspectivas tanto nacionales como internacionales.

Desde la Agencia Estatal de Seguridad Aérea (AESA) se ha indicado que debido al cambio climático. La contaminación sonora del entorno de aeropuertos, las emisiones nocivas y sus efectos en la salud. Además del desarrollo de nuevos combustibles, son todos objetivos que exigen de estrategias y medidas adecuadas para poder afrontarlos satisfactoriamente.

Por eso, se ha acometido una progresiva implantación de una regulación medioambiental exigente. Tanto a nivel nacional como europeo.

Desde la evaluación y gestión del impacto acústico, a las políticas de reducción de emisiones. Son, en parte, causantes del calentamiento global. Regulaciones en materia de calidad del aire, combustibles alternativos, eficiencia energética o conservación del patrimonio natural del territorio con la operatividad aeroportuaria. Así que, puede afirmarse que son numerosas las normas que contemplan la protección del medio ambiente y la aviación.

El impacto fundamental de la aviación se produce al quemar combustible. Los vuelos emiten gases efecto invernadero, principalmente dióxido de carbono (CO2). Estos contribuyen al calentamiento global cuando son liberados hacia la atmósfera.

En 2019 la aviación fue la causante de la emisión de más de 915 millones de toneladas de dióxido de carbono. Dicha cifra únicamente representó el 2% del total de emisiones globales.

La Asociación Internacional de Transporte Aéreo (IATA) comanda los esfuerzos de la industria del transporte aéreo en cuanto al cambio climático.

Y, el incremento en acciones de carácter medioambiental de la aviación con una estrategia basada en: inversión en tecnología, vuelo más eficiente de los aviones, construcción de infraestructuras eficientes y el uso de medidas económicas favorables.

Entre los ejemplos de este salto a una aviación mas sostenible. Encontramos el caso de KLM que, junto al apoyo del gobierno neerlandés, han construido la primera fábrica europea de bioqueroseno sostenible en Delfzijl (Países Bajos). Encabezando así el pasado 22 de enero el primer vuelo con queroseno sintético sostenible. Un vuelo entre Ámsterdam y Madrid.

Los Países Bajos son uno de los países europeos que desea estimular el desarrollo y aplicación de combustibles sostenibles. Para que las aerolíneas europeas puedan para el año 2050 volar totalmente gracias al uso estos.

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