«INTERMODALIDAD, ¿EL FUTURO SOSTENIBLE?». Es un post elaborado por Pablo Arcas Querol estudiante del Grado en Transporte y Logística UCJC. 

En un mundo globalizado y conectado como el actual, el futuro de la logística y del transporte se enfrentan a nuevos retos. Y, a la necesidad de actuar, a su vez, con criterios sostenibles y respetuosos con el entorno.

En concreto, en Europa se prevé que el transporte de mercancías aumente un 30% de aquí a 2030. Mientras, que la Comisión Europea se ha puesto como objetivo para ese mismo año reducir al menos el 40% de las emisiones efecto invernadero con respecto a 1990.
Para cumplir ese objetivo, la movilidad ha de ser sostenible. Y,  el transporte ferroviario, llegar a ser la columna vertebral de un sistema de transporte de alto rendimiento. Eficiente. Es la Intermodalidad, ¿el futuro sostenible?

Los efectos medioambientales del transporte, y en concreto del transporte en  carretera, son enormes.

En la actualidad, el transporte es el causante de al menos el 30% de las emisiones de CO2 en la Unión Europea. Una cifra cuyo principal responsable es el transporte en carretera con emisiones que representan un 72%. El transporte ferroviario, en cambio, solo es el responsable de un 0,5%.

Estos datos sitúan la movilidad sostenible como un reto fundamental en el ámbito del transporte. Y, en comparación con otros medios de transporte, el transporte ferroviario es el más respetuoso con el medio ambiente. Como así lo demuestran algunas de sus ventajas ambientales:

Emite menos CO2/ km recorrido.
Reducción del consumo de energía y un uso más eficiente de la misma.
Reducción de la congestión del transporte en núcleos urbanos.
Capacidad de carga mayor que el transporte por carretera.
Freno regenerativo. Esta tecnología permite que en Alta Velocidad se devuelva entre el 6%-10% de energía a la red eléctrica y hasta un 40% en Cercanías en España.

Tenemos una estructura ferroviaria actual que aprovechar, los terminales tienen capacidad para gestionar un aumento del volumen del tráfico, podríamos incrementar el nº de servicios…

¿Cómo podemos hacer que el tren entre en el mercado? ¿Por qué no se desarrolla?

Necesitamos un cambio mental, confianza. Visión de futuro y una misión realista que conseguir. El ferrocarril debe crecer un 40% anual respecto a la demanda. El Ministerio de Fomento tendrá que aportar ideas logísticas integrales:

¿Por qué no combinar mercancías y viajeros en el mismo tren?, O simplemente intentar conseguir la unificación ferroviaria a nivel europeo.

Nuestras competencias no están adaptadas a las competencias europeas, no hay convenio entre ADIF y el resto de Europa. Es necesario un proceso de adaptación al marco europeo para seguir creciendo. Buscar alternativas en caso de incidencia. La Autopista Ferroviaria debe ser una alternativa. Promover un plan intermodal.

¿Por qué no subir semirremolques al tren en el sur de España y descargarlos en el norte de Alemania?

Por supuesto que el tren también presenta sus inconvenientes:

  • Insuficientes aparcaderos
  • La infraestructura no está preparada para el transporte de mercancías
  • La velocidad de mercancías está supeditada a la de viajeros;
  • La evolución del mercado cada vez es más exigente respecto al tiempo de tránsito,
  • El seguimiento de los envíos o que la producción viene marcada por la demanda.
¿Por qué no desarrollar una red de terminales acompañada por la demanda?

Pero todo esto no debe detener el desarrollo ferroviario. Para que el tren funcione, necesita sumar alternativas
de mercado y uno de los aspectos más influyentes es la intermodalidad. El diseño actual de las terminales y el
propio transporte ferroviario no facilitan una combinación alternativa.

¿Por qué no atraer al transporte por carretera? ¿Por qué no subir el remolque al tren?
INTERMODALIDAD, ¿EL FUTURO SOSTENIBLE?

Hay que facilitar que el tren y la carretera sean más eficientes, con un plan de compenetración. La carretera responderá si se le ofrecen alternativas atractivas, y esto solo se conseguirá cuando el ferrocarril se muestre más atractivo y competitivo, con mayor capilaridad y frecuencia.
Se necesita un proyecto ambicioso a largo plazo y realista a corto plazo. Aprovechar al máximo lo que hay hoy. Aumentar la productividad ferroviaria (trenes más largos, altos y rápidos). Minimizar inversiones sumando cargas, clientes y viajes. Grandes corredores donde prime la frecuencia y en ámbito nacional la capilaridad. Una red de terminales coherente y coordinada en la que individualmente cada terminal goce de un diseño flexible pero eficiente. La integración de ésta misma con el territorio, centros de actividad económica, núcleos urbanos y con otras infraestructuras de transporte.

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