«Impacto de la presencia humana en los ecosistemas marinos». Es un post elaborado por Tiffany Van Der Laan Vicens, estudiante del Grado en Transporte y Logística UCJC.
Según el diario del País, “las áreas marinas protegidas tienen cinco veces más peces que los arrecifes de pesca libre”.
Sin embargo, “incluso en zonas protegidas de alto cumplimiento, el impacto humano altera los ecosistemas marinos». La sobrepesca no es el único causante de la disminución exponencial de peces. Otra de las causas es la desaparición de “depredadores superiores”. Los situados en la cúspide de la cadena alimenticia. Pues son éstos los que regulan la población de otras especies.
La eliminación de estos roles fomenta la desaparición del ecosistema marino.
Un buen ejemplo de ello, son los tiburones. Asi lo afirma Camilo Mora (Profesor de Hawái y experto en amenaza a la biodiversidad). Que, considera más probable “que te caiga un trueno dos veces en un día soleado que encontrar un tiburón en un arrecife cerca de la población”.
Se han encontrado grandes depredadores en el 28% de los arrecifes. La mayoría de ellos, en las áreas de baja presión humana. Los grandes predadores son importantes para el saludable funcionamiento de los corales.
En los últimos cincuenta años, el consumo anual global de peces se ha multiplicado.
“Costa Rica arrasa con tiburones: más de quinientos quilos de aletas de tiburón en CENADA”
Como todos sabemos, la aleta de tiburón es un alimento muy codiciado en el mundo. Y, más concretamente, por culturas asiáticas en las que se sirve en numerosos restaurantes a un buen precio. Esta práctica se ha convertido en todo un negocio, incluso en países exóticos en los que su fauna y flora son importantes para su economía. Suscitándose así dichas actividades incluso siendo ilegales en muchos de los casos.
“El Gobierno de la República defendió la exportación de 900 kilos de aleta de tiburón martillo. Violando los compromisos CITES (Convención sobre el Comercio Internacional de Especies Amenazadas de Fauna y Flora Silvestres)”.
Este episodio hizo que el presidente Luis Guillermo Solís se adjudicase el “premio al enemigo de los tiburones 2016” por parte de Sharkproject, una de las ONG más importantes en lo que ha conservación de tiburones se refiere.
Si bien el pescado y el marisco son fuentes importantes de alimentación. Debemos ser conscientes que son limitados. De este modo, para hacer frente a un crecimiento elevado de la población humana y del consumo, podríamos optar por otras fuentes de alimentación. Que no comprometan al adecuado funcionamiento de los océanos, puesto que se podrían propiciar cambios significativos no solo para los animales, si no, para los propios humanos.
Cada especie cumple su función, también lo hacen así los depredadores, regulando a otras.
Los vegetales (tales como algas, plancton o micro algas) producen oxígeno. Los herbívoros se alimentan de estos y los carnívoros de herbívoros (en su mayoría). Es por ello que, las personas no pueden dictar qué seres del planeta viven y cuáles no, tanto en el medio acuático como en el terrestre. Un adecuado uso de los océanos, permitirá a los mismos seguir con su ciclo normal y se podrá dar alimento a generaciones futuras, es decir, seguir un modelo sostenible.
Para más información, ven a conocer el Grado en Transporte y Logística (ver plan de estudios) de la Universidad Camilo José Cela puedes contactar con Marta Serrano Pérez y Tomás García Martín.