VEHÍCULOS ELÉCTRICOS. Este post ha sido elaborado por Andrea Díaz González, estudiante del Grado en Transporte y Logística UCJC. La Universidad Camilo José Cela a la vanguardia de la cadena de suministro.
A día de hoy, recibimos información a través de los diferentes medios sobre el aumento mundial de la contaminación.
Leemos protocolos de gobierno de cada país. O incluso, de organizaciones internacionales que se comprometen a reducir los niveles de contaminación y de emisiones en los próximos años. Aparecen nuevas sanciones, y casi siempre hacia el transporte terrestre de mercancías. Con cada cambio de gobierno, cambian las leyes. Y con ellas, las restricciones a este tipo de transporte.
Por otra parte, las empresas son las grandes afectadas de cada cambio. De cada penalización. Es por eso, que deben invertir en I+D. Para así, poder seguir siendo competitivos. Adaptándose al mercado y a sus nuevas leyes. De esta forma, la gran mayoría apuesta por vehículos eléctricos o impulsados por gas.
Por eso, ya hoy y, debido a los elevados índices de contaminación producida se exige a todas las empresas que colaboren para reducir éstos.
Ya sea, empleando energías renovables, o pagando penalizaciones. O en el caso concreto, del sector transporte de mercancía por carretera invirtiendo grandes cantidades en la renovación completa de su flota.
Es por todo esto, que algunos fabricantes, ya en este 2019 harán de toda su gama vehículos eléctricos. Integran tecnologías híbridas y eléctricas a sus vehículos de grandes toneladas.
Pero, a pesar de esto, y aunque las empresas inviertan en adaptar su flota. ¿Dónde recargar estos vehículos? ¿A día de hoy, hay los suficientes puntos de recarga? ¿Cuál es la autonomía de estos vehículos?
La imagen muestra los puntos de recarga públicos existentes en España hasta 2018.
Quedando patente, que el punto débil de la nueva situación del transporte terrestre será la autonomía de los vehículos.