Sostenibilidad y logística: una mirada desde la responsabilidad de la empresa. Este post ha sido elaborado por Karen Lara Muñoz, estudiante del Grado en Transporte y Logística UCJC. La Universidad Camilo José Cela a la vanguardia de la cadena de suministro.
La preocupación por el cambio climático también está presente en el ámbito de las compañías logísticas.
Aspectos como el cuidado o la conservación del medioambiente están presentes en los compromisos de la RSC de la mayoría de las empresas. No obstante, cabe destacar que la sostenibilidad engloba la capacidad de poder mantener estos aspectos en la productividad y diversidad de las empresas. Quizás, la manera de mantener este compromiso a lo largo del tiempo sea ocuparse de la correcta gestión de los recursos. Es preciso trabajar la sostenibilidad desde las materias primas hasta los agentes implicados en las diferentes cadenas de suministro.
El reto de la sostenibilidad requiere un planteamiento complejo que sólo puede resolverse fomentando una responsabilidad colectiva. Esta ha de ser consciente de la importancia de lo ecológico y del futuro del planeta.
Al mismo tiempo, es preciso hacer crecer en el desarrollo humano la necesidad de emprender acciones para cuidar el ambiente donde vive.
No es sencillo visualizar un futuro a corto plazo. Repleto de tecnología, sin diferencias sociales, con soluciones personalizadas en tiempos record, altos estándares de calidad y servicio. Sin olvidar costes económicos competitivos y, a la vez, exentos de emisiones, de residuos o de consumo de recursos. Resulta evidente que el problema del cambio climático tiene unos costes tanto económicos como personales. Muchas empresas ya están trabajando en producciones ecoeficientes. El verdadero reto de la logística y la sostenibilidad es hacer frente a las nuevas demandas. Automatización, sostenibilidad de la huella de carbono, la reducción del consumo de combustibles, energía, agua y otros materiales…
Si nos centramos, por ejemplo en la logística energética, podremos enfocar el reto planteado a corto plazo. Las compañías eléctricas afrontan el futuro inmediato de un escenario caracterizado por la necesidad de atender el fuerte crecimiento de la demanda energética mundial. Las fuentes han de ser eficientes y limpias para reducir las emisiones globales y combatir el cambio climático. Se han consensuado directrices de Naciones Unidas y de la propia Comisión Europea para ello. Las compañías generadoras y los usuarios deben consolidar su compromiso con la sostenibilidad.
Para hacer frente a los desafíos medioambientales, sociales y económicos del planeta, Naciones Unidas ha desarrollado un plan estratégico internacional universal (2015-2030). La sostenibilidad del planeta se centra en 17 objetivos de desarrollo sostenible. Este plan ha sido reforzado por el acuerdo de París sobre el cambio climático. El gobierno español también ha publicado un plan de acción agenda 2030, recogiendo los objetivos de desarrollo sostenible.
Estamos en un entorno en el que las tendencias de movilidad en las ciudades implican fuentes eléctricas. En el ámbito industrial, compañías como Iberdrola, centran su enfoque de sostenibilidad en algunos de los objetivos 2030, ODS, para contribuir al desarrollo sostenible. En este sentido, podemos considerar seis de los objetivos como motores para la sostenibilidad.
Agua limpia y saneamiento (objetivo 6):
Garantizar la disponibilidad de agua y su gestión sostenible y el saneamiento para todos es un aspecto clave. Un uso racional del agua en los servicios y procesos de producción resulta clave. Asimismo, disponer de un sistema eficiente para la depuración de efluentes resulta fundamental para la sostenibilidad.
Energía asequible y no contaminante (objetivo 7):
Garantizar el acceso a una energía asequible, segura, sostenible y moderna para todos. Trabajar en un aumento sustancial del porcentaje de la energía renovable es un reto fundamental. Es preciso equilibrar la demanda energética, en general, y eléctrica en particular con sistemas basados en pules de generación que favorezcan la sostenibilidad.
Industria, innovación e infraestructura (objetivo 9):
Desarrollar infraestructuras fiables, sostenibles, resilientes y de calidad. Otro aspecto básico es promover una industrialización inclusiva y sostenible y aumentar significativamente la contribución de la industria al empleo. Este es un aspecto fundamental que puede entrar en colisión con la permanente demanda de automatización de los procesos.
Acción por el clima (objetivo 13):
Adoptar medidas urgentes para combatir el cambio climático y sus efectos. La descarbonización de la economía implica la electrificación y el incremento de energías renovables. El sector eléctrico está liderando la eliminación de emisiones de CO2. Es necesario un desplazamiento hacia tecnologías de generación de energía eléctrica de bajas emisiones de CO2.
Vida de ecosistemas terrestres (objetivo 15):
Proteger, restaurar y promover el uso sostenible de los ecosistemas terrestres, la gestión sostenible de los bosques, combatir la desertificación, y detener y revertir la degradación de la tierra y detener la pérdida de biodiversidad. Sin duda, este objetivo es un reto para equilibrar la demanda de consumo y gestión de recursos naturales.
Alianzas para lograr objetivos (objetivo 17):
Fortalecer los medios de ejecución y revitalizar la alianza mundial para el desarrollo sostenible. Desde el punto de vista de la gestión de la cadena de suministro, este es un aspecto clave. La sostenibilidad pasa por fomentar la colaboración entre todos los actores de la cadena de suministro, desde los proveedores hasta los clientes y los usuarios finales.
Sostenibilidad y responsabilidad social corporativa
La reputación económica, ambiental y social de las empresas está sometida al escrutinio de numerosas agencias especializadas.
El análisis de las actuaciones de cada empresa se refleja en la publicación de índices e informes específicos. Algunos de los informes más relevantes se indican a continuación.
Bloomberg Gender-Equality Index: más de un centenar de compañías distribuidas por todo el globo y clasificadas por sectores.
Ranking 2018 World’s Most Ethical Companies: elaborado por el Instituto Ethisphere, con la colaboración de industrias de todo el planeta, mediante encuestas.
Ethical Boardroom: basado en el análisis y la comparación de más de un centenar de factores que influyen sobre la responsabilidad social corporativa, desde el punto de vista de la estructura, los accionistas, la transparencia y la gobernanza.
Sustainability Yearbook 2018: un enfoque basado en el análisis de millares de compañías cuyos datos se correlacionan a través de la base de datos desarrolladas por RobecoSAM.
Dow Jones Sustainability Index 2018: un análisis que agrupa varias familias de índices para medir la sostenibilidad.
CDP Supply-Chain: programa basado en el análisis de la cadena de suministro que facilita un estudio de aspectos de gestión del agua y el cambio climático.
FTSE 4Good: ofrece el análisis de datos que dan una medida del desempeño ambiental y social de las empresas, a través de elementos de gobernanza y transparencia.
EcoAct: realiza un estudio sobre el estado del ranking de sostenibilidad ambiental de las compañías españolas incluidas en el IBEX 35.
Si quieres conocer el Grado en Transporte y Logística (ver plan de estudios) de la Universidad Camilo José Cela puedes contactar con Marta Serrano Pérez y Tomás García Martín.
Juan Antonio
Está claro que este es uno de los retos tanto para operadores logísticos como para los contructores de estos espacios que deben empezar a plantearse el ahorro y la sostenibilidad de la instalación logística través del empleo de tecnología BIM, por ejemplo.