El uso de drones para reducir los niveles de contaminación, por Sergio Magán Parreño(alumno del Grado en Transporte y Logística UCJC)
Hasta hace pocos años, los drones han estado siempre más relacionados con funciones de entretenimiento, o como herramienta para grabaciones de video. Tanto a nivel personal, como profesional o incluso en grandes producciones.
No obstante, las grandes empresas siempre han tenido en cuenta estos pequeños aparatos no tripulados. Bien como un apoyo al incremento de la producción. Incluso para realizar tareas a las que dedicamos más tiempo del que nos gustaría.
Por suerte o por desgracia, debido a los elevados niveles de contaminación que sufrimos a día de hoy, se han desarrollado diferentes proyectos para el uso de drones. Y así, poder mejorar el medio ambiente que nos rodea, sobre todo en las grandes ciudades del planeta. Un claro ejemplo de esta problemática es China. A día de hoy, uno de los países más contaminados del mundo. Ya en octubre de 2013, sobrepasaron 40 veces los límites tolerables de contaminación en el aire establecidos la OMS. Es por ello, por lo que desarrollaron un dron. Su tarea principal consiste en rociar con químicos y así “congelar” las partículas contaminantes. Después éstas caen en forma sólida.
Otro proyecto español llamado UrbanBees, finalista de la competición, «Tsinghua-Santander World Challenges of the 21st Century», propone atrapar la polución del aire. Emulan la forma en que las abejas llevan el polen a la colmena. Después se reciclan estas partículas nocivas como material de impresión 3D.
Todo siempre de manera autónoma. Cuando los diferentes sensores detectan que se superan los límites fijados. Sin presencia ni control directo de un humano, estas máquinas realizan su trabajo. Para volver a la base tan solo a recargar sus baterías y a depositar el aire contaminado.
Esto ha captado también la atención de grandes empresas y organizaciones como la Agencia Europea de Seguridad Marítima (EMSA).
Que ha anunciado que utilizará drones como elemento de vigilancia y monitorización de los buques para reducir los niveles de contaminación. Se pretende así reducir la contaminación en las rutas de mayor tráfico marítimo, como el Canal de la Mancha, el Mar Báltico, el Mar del Norte y el Golfo de Bostnia. Su función principalmente sería de vigilancia y medición de los niveles de azufre y dióxido de carbono en el aire. Controlarán los buques que incumplan la normativa medioambiental de emisiones. Y contarán con sensores para facilitar la identificación de los mismos y poder proceder a su sanción. Esta implementación supone un gran avance. Pues, las patrullas encargadas de la tarea debían cubrir grandes extensiones. Para ello se ha determinado que se necesitan drones con autonomía de vuelo de al menos cuatro horas y un alcance de 20 kilómetros.
Esta iniciativa cuenta además con la cooperación de la Agencia Espacial Europea (ESA). Que garantizará la cobertura de las comunicaciones por Satélite entre los drones y su estación en tierra.
Nota: este post se ha generado en el ámbito de la materia de Gestión Ambiental del Grado en Transporte y Logística (Ver plan de estudios) de la Universidad Camilo José Cela (Marta Serrano Pérez y Tomás García Martín).