Según los últimos estudios sobre las previsiones de comportamiento de la logística de la carga aérea, el sector evoluciona moderadamente, siguiendo la tendencia de los últimos diez años.
Mientras que el tráfico mundial de viajeros ha mantenido un crecimiento sostenido del 4.8% interanual, el de mercancías ha crecido a un ritmo más lento cercano al 2.1%, aunque durante el último año se ha alcanzado una tasa inusual cercana al 7%.
El último informe de Airbus indica una tendencia alcista con una previsión en la que el comercio internacional se duplique en los próximos veinte años, lo que supondría un incremento del volumen de negocio de la carga aérea superior al 30%. Por lo tanto, la tasa de crecimiento interanual prevista será del orden de un 3.8%, sin duda impulsada por los mercados emergentes de la zona Asia-Pacífico, cuya demanda se estima en un centenar de aeronaves de carga aérea anuales (el 50% para crecimiento de la flota y el resto para reemplazo).
Teniendo esto en cuenta, la demanda de nuevos aviones de carga aérea prevista para 2030 supondría un 47.8% para aeronaves de media capacidad (entre 30 y 80 toneladas de carga) y un 25.1% para aeronaves de gran capacidad (por encima de las 80 toneladas de carga). El resto, algo más del 27% de las aeronaves sería de pequeña capacidad de carga, inferior a las 30 toneladas.
Siguiendo estas tendencias, la nueva configuración para la flota de carga aérea quedaría distribuida a nivel mundial según el siguiente reparto: el 43.8% serían aeronaves de titularidad norteamericana, el 27.1% estaría constituido por la flota que opera en la zona Asia-Pacífico y el 12.7% correspondería a los fletes operados desde Europa. El resto se repartiría entre Oriente medio (5.2%), América latina (4.5%), los países independientes de la Commonwealth (4.1%) y el continente africano (2.6%).
En relación con el mercado de la carga aérea, el último informe de Boeing indica que, si bien, las aeronaves de carga sólo representan el 8 por ciento del total de la flota de aviones comerciales, estas transportan más del 50 por ciento del tráfico de carga aérea mundial y juegan un papel esencial en la cadena de suministro debido a diferentes factores.
Por una parte, los servicios de carga aérea tienen una fiabilidad que se mide en horas y minutos y ofrecen un control sobre la sincronización y el enrutamiento de la carga que no tiene rival en otros modos de transporte de mercancías.
La velocidad aportada a la cadena de suministro también es imbatible para la comercialización de productos de alto valor o sensibles al tiempo, como son los artículos electrónicos, farmacéuticos, artículos de moda y productos perecederos. Además, son únicos en el transporte de cierto tipo de carga, como las mercancías peligrosas o los productos sometidos a la cadena de frío, los cuales tampoco pueden transportarse en grandes volúmenes en las bodegas de los vuelos de pasajeros.
En el caso de las operaciones “time critical” el papel de los operadores de carga aérea resulta fundamental y representan la única alternativa fiable para subsanar los errores o interrupciones que se producen en las diferentes cadenas de suministro.
Finalmente, a pesar de que los sistemas de telecomunicación actuales son económicos y de que se emplea un software cada vez más sofisticado, los riesgos todavía permanecen e, incluso existen zonas con escasa demanda de servicio de pasajeros y zonas en situación de crisis. En estos lugares, los servicios de carga aérea son prácticamente la única alternativa para realizar un abastecimiento eficiente.
Este post ha sido generado desde el Grado en Transporte y Logística UCJC. Si está interesado, conozca nuestro plan de estudios
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