El crecimiento de las ciudades en las diferentes partes del mundo está generando crecientes problemas para mantener los servicios de infraestructura, transporte, agua, energía o vivienda e incluso para la distribución de recursos. Algunas ciudades, como Singapur, han provocado que el sector de la logística se haya convertido en el principal actor capaz de realizar una función esencial que permita el abastecimiento de bienes y servicios a la población, convirtiéndose en el principal motor de prosperidad del comercio. El crecimiento descontrolado de la demanda sólo puede afrontarse mediante la tecnificación de las compañías locales de estas grandes ciudades.
En estos escenarios están empezando a cobrar gran importancia los denominados centros de distribución In-Mall. Estos grandes centros comienzan a ser la punta de lanza dentro de la logística urbana de las grandes ciudades. Se trata de habilitar grandes espacios comerciales dotados de elementos de alta tecnología, que actúan como plataformas logísticas urbanas combinando las ventas físicas al usuario final con los sistemas de arrastre y otras operaciones, incluyendo la distribución urbana, o las actividades de grandes operadores logísticos. Algunas de estas plataformas urbanas disponen de diferentes sistemas de programación de cross-docking, gestión de muelles y sistemas de gestión de colas donde los operadores logísticos pueden reservar ventanas temporales para realizar diferentes entregas o aprovisionamientos. Esta solución se basa en la gestión de una cadena de custodia segura que permite mejorar la eficiencia de los procesos de entrega y recogida, haciendo que estos grandes centros operen como una playa de almacenamiento puntual en la que recepcionar y consolidar mercancías antes de realizar la distribución de última milla a los minoristas que, incluso pueden abastecerse dentro del centro comercial.
Este tipo de infraestructuras pueden ser un punto de referencia siempre y cuando se disponga de las tecnologías adecuadas para el desarrollo de la logística urbana. La hoja de ruta a diseñar debe tener en cuenta un alto grado de automatización sin disparar las necesidades de mano de obra. En este sentido, los tres aspectos fundamentales a considerar son los siguientes:
- Diseñar un sistema de vigilancia y seguridad de las mercancías. Esto va más allá de los clásicos dispositivos de video-vigilancia, siendo necesarios sistemas de identificación y seguimiento de las mercancías que vayan a manipular.
- Diseñar plataformas urbanas estratégicamente situadas, e interconectadas, que permitan conocer, en tiempo real, la posición y el seguimiento de las mercancías que vayan a ser distribuidas tanto al usuario final como a las empresas minoristas. Esto permitirá equilibrar los inventarios en los diferentes puntos de la ciudad.
- Disponer de una plataforma matriz que permita gestionar todos los datos de stock de cara a posibilitar la optimización de recursos y generar un enrutamiento dinámico para la entrega de mercancías en las diferentes plataformas urbanas que vayan a actuar como centros comerciales, a la vez que como muelles de abastecimiento para los pequeños vehículos urbanos que integran las flotas de las diferentes compañías.
Sin duda, el sistema pasa por integrar la logística colaborativa con las soluciones tecnológicas aplicadas a la logística urbana y a los diferentes activos logísticos de los sectores de mayor demanda de servicios dentro de las grandes ciudades.
Msantos
Buen post. El DUM se verá obligado a cambiar su estrategia en los próximos años. No hay marcha atrás!
Loadlok
Interesante artículo. La verdad es que la última milla es el gran reto que se nos viene por delante a todos los que nos dedicamos de una u otra forma a la logística y transporte.