La tendencia actual hacia el control de la logística en tiempo real está teniendo un impacto positivo en la industria, aunque no es probable que la mayoría de los modelos en gestión de la cadena de suministro vayan a ser capaces de adaptarse si se pretenden atender todos los criterios que actualmente se ponen sobre la mesa.
Aún es necesario hacer un esfuerzo mayor para conseguir mantener las cadenas de suministro dentro de los criterios pretendidos de rentabilidad, velocidad, calidad, costes de transporte y minimización de consumo energético. Todas estas tendencias sugieren un diseño de cadenas de suministro locales para productos de gran consumo y diseños globales únicamente para productos más especializados o para bienes de gran valor.
Aparentemente, existen muchas empresas que se abastecen de manera rentable desde los denominados países emergentes, aunque algunas sufren pérdidas durante el proceso de compra. En muchos casos, a pesar de la mejora de las infraestructuras y de la competencia, se ha venido produciendo un aumento de los costes logísticos que ha dado lugar a una disminución de la ventaja competitiva de los precios de los bienes obtenidos.
Algunas empresas son ya muy conscientes de los retos que se plantean en el ámbito de la industria minorista de la distribución y consideran el aumento del precio de los combustibles como una barrera importante para lograr diseñar cadenas de abastecimiento globales en los próximos años. El diseño eficiente de la cadena de suministro no significa necesariamente una cadena de suministro local o regional. Existen otras opciones como la de favorecer el número de centros regionales de distribución, mejorando la gestión de almacenes y reduciendo las distancias para la distribución. De esta manera, se podrían reducir los costes de transporte.
La supervivencia de las cadenas de suministro locales dependerá de una serie de factores que pueden variar según el segmento de mercado. Mientras que se mantengan las ventajas de costes de producción y salarios en países emergentes, la tendencia en la producción se mantendrá en la deslocalización. Por el contrario, cuando estas ventajas comiencen a desvanecerse, la necesidad de asegurar que los proveedores alcancen estándares de calidad y la mejora en los procesos de trazabilidad de las mercancías darán lugar a que muchos fabricantes decidan optar por cadenas de suministro más locales.
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