EL FUTURO DE LA CADENA DE SUMNISTRO

Los pronósticos actuales acerca de la necesidad de adecuar las cadenas de suministro a las futuras demandas diarias de los ciudadanos estiman un volumen superior a medio millón de entregas para el año 2020. Asumiendo que todo ciudadano puede demandar entregas desde cualquier lugar, en cualquier momento, y que cada vez se reclama mayor rapidez y seguridad de servicio, se hace inminente el desarrollo de soluciones tecnológicas para conseguir una viabilidad adecuada en las actividades del sector logístico, que permitan el incremento de las entregas de paquetería más frecuentes y de menores cantidades. La administración local también jugará un papel importante como “facilitador” a la hora de alcanzar los objetivos fijados por las nuevas tendencias que implican una previsión de aumento del número de personas que acabarán residiendo en grandes ciudades, cuyas fronteras irán expandiéndose con la correspondiente necesidad de desarrollo de infraestructuras logísticas más robustas y versátiles.

El crecimiento exponencial de la población en grandes ciudades, las posibilidades económicas de las mismas y la imparable adquisición de datos electrónicos en tiempo real, plantearán nuevas oportunidades para las empresas del sector de la logística. Por este motivo, las cadenas de suministro deben prepararse para los mercados de gran consumo, a la vez que diseñen operaciones eficaces y sostenibles.

Uno de los modelos propuestos se basa en la distribución radial de mercancías, con la consiguiente planificación de una red de puntos de entrega en la que se ejecuten operaciones de cross-docking. Para ello, resulta necesario adecuar tanto las infraestructuras de transporte como los muelles de acceso a la carga y a los sistemas de almacenamiento y sus tecnologías actuales. Esto implicará un mayor número de plataformas satélite en el interior de la ciudad y un menor número de grandes plataformas situadas en su periferia.

La localización y trazabilidad de las mercancías es otro aspecto clave en el desarrollo de la logística urbana. Los sistemas actuales de RFID permiten hacer el seguimiento en tiempo real de entregas e inventarios, aunque será necesario abaratar los costes de estas tecnologías para poder extenderlas de una manera más amplia y conseguir disminuir todavía más los puntos de almacenamiento.

Por último, es preciso tener en cuenta la logística de servicios basados en la geolocalización. En la actualidad, los ciudadanos disponen de dispositivos habituales con conexión de datos que permiten su localización por satélite. Estos dispositivos generan datos que continuamente pueden almacenarse en la nube. La explotación de estos datos podría considerarse como una potente herramienta para realizar previsiones relacionadas con las preferencias de consumo de los usuarios. Esto, sin duda, resultará de gran utilidad para trabajar en una logística predictiva que permita buscar soluciones de gestión innovadoras, más eficaces y con un menor consumo de recursos, lo cual redundará en ciudades más sostenibles.

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