Este 10 de Octubre, el Grado en Psicología, Grado en Enfermería y Grado en Fisioterapia quieren sumarse a la celebración del día mundial de la salud mental, con el objetivo de sensibilizar sobre los problemas relacionados con la salud mental y movilizar esfuerzos para ayudar a mejorarla.
La Universidad Camilo José Cela comparte el propósito de esta conmemoración, que es dar a conocer este problema creciente y difundir información al respecto, para conseguir sensibilización y educación en este ámbito. La salud mental es hoy por hoy uno de los problemas de salud pública más apremiantes a escala mundial. Según los datos de la Organización Mundial de la Salud, cuatrocientos cincuenta millones de personas en el mundo están aquejadas de algún tipo de enfermedad mental, de los cuales 350 millones padecen depresión.
Este año la campaña estará centrada en los jóvenes y la salud mental en un mundo en transformación. Las enfermedades mentales comienzan cada vez más temprano, y los niños y adolescentes se ven obligados a vivir en un mundo cada vez más exigente y estresado. Es por ello que debemos centrarnos en la prevención de estos problemas, pues la promoción y la protección de la salud del nuestros jóvenes es beneficiosa no solo para la salud a corto y a largo plazo, sino también para la economía y la sociedad.
La promoción de la salud mental depende de los profesionales especializados, y en este sentido, desde nuestra universidad apostamos por el trabajo interdisciplinar, ya que las aportaciones de todas las ciencias de la salud son muy importantes a la hora de establecer las características de posibles intervenciones. Una de las maneras de prevenir algunos problemas de salud mental, especialmente los derivados de las exigencias ambientales, es la práctica del deporte, tanto en la infancia como en la edad adulta.
La práctica de actividad física produce liberación de endorfinas, estas sustancias químicas que son producidas por el propio cuerpo son capaces de crear sensación de relajación y felicidad, evitando la aparición de estados depresivos. Disminuye la sensación de fatiga y aumenta la energía. Hacer deporte mejora el sueño, propiciando el descanso reparador.
A nivel psicológico, el deporte disminuye también la tensión que nos producen las emociones negativas, como la ansiedad o la ira. Practicar ejercicio aumenta la autoestima y mejora la propia imagen que uno tiene de sí mismo, fomentando la sensación de logro.
En el caso de los niños, la actividad física o el deporte en grupo favorece las relaciones sociales, por lo que es especialmente recomendable.
Cualquier persona puede practicar ejercicio físico, y disfrutar de sus beneficios a nivel físico y mental. Un psicólogo puede ayudar a que el paciente encuentre la motivación para realizarlo, un enfermero puede aconsejar sobre recomendaciones de ejercicio según el estado de salud, y un fisioterapeuta puede ayudar a aquellos pacientes que necesiten ejercicios específicos o adaptaciones para su actividad física.