El pasado día 4 de marzo se celebró el Día Mundial de la lucha contra la obesidad. Esta es una enfermedad crónica, que se desarrolla de forma progresiva y en la que se acumula una gran cantidad de grasa que puede producir grandes afectaciones en la salud de las personas. La obesidad se ha convertido en un problema a nivel mundial, indicando la Organización Mundial de la Salud (OMS), que en el periodo comprendido entre 1975 y 2016, los datos de obesidad en el mundo se triplicaron.
Uno de los indicadores más utilizados es el IMC, que nos puede ayudar a identificar la patología, haciendo una relación entre el peso y la altura del individuo. Respecto a la obesidad, esta está considerada en aquellos sujetos con un IMC igual o superior a 30, que es el resultado de la división entre el peso del sujeto y la altura del mismo en metros (kg/m2). Sin embargo, ya no se considera la herramienta más fiable y actualmente se procede a realizar con cada individuo un estudio de medición de pliegues y un estudio de bioimpedancia.
Es importante considerar cuál es la causa que puede producir un incremento de personas con sobrepeso y obesidad, y esto tiene que ver generalmente con el desequilibrio energético. Este desequilibrio se produce principalmente por un aumento en la ingesta de alimentos con un alto nivel calórico, seguido de una disminución importante de la actividad física de las personas. Este hecho puede producir una gran secuencia de factores de riesgo, entre ellos, algunos relacionados con enfermedades cardiovasculares, diabetes, trastornos musculoesqueléticos y determinados tipos de cáncer. Además, no debemos olvidarnos de los más pequeños, ya que, la obesidad infantil esta íntimamente asociada con un incremento de la probabilidad de la muerte prematura, discapacidad, enfermedades respiratorias, hipertensión y otros trastornos que pueden dificultar el estado de salud de los niños en el futuro.
Para intentar prevenir esta enfermedad, la OMS, ha fomentado una serie de estrategias que pueden ayudar a disminuir la obesidad en el mundo y prevenirla. Una de las más conocidas es la “Estrategia Mundial OMS sobre Régimen Alimentario, Actividad Física y Salud”, en la cual se describen las medidas para el fomento de las dietas saludables y la realización de actividad física de forma periódica.
Desde el Grado de Fisioterapia y el Grado en Nutrición Humana y Dietética de la Universidad Camilo José Cela apoyamos la causa y promovemos herramientas para la prevención de patologías tales como el sobrepeso y la obesidad.