El 10 de noviembre de 2021, el ponente Jesús Guodemar Pérez de la Universidad Camilo José Cela, nos dio una visión clara sobre cómo conseguir que nuestros Centros de Fisioterapia sean ecosostenibles, algo tan necesario actualmente.
Para ello, nos citaba, es preciso tener en cuenta algunos factores entre los que podemos destacar, los elementos lumínicos, acústicos, y tóxicos procedentes de distintas fuentes.
La charla fue versando sobre el estudio previo y profundo respecto a los numerosos factores que pueden influir en la calidad del ambiente interior de un centro de fisioterapia. Algunos de ellos se derivan de nuestros propios hábitos a la hora de trabajar o de gestionar el propio centro.
«Los fisioterapeutas trabajamos muchas horas al día compartiendo un espacio cerrado con otros profesionales, varios pacientes a la vez y los familiares que los esperan.»
Resulta imprescindible por tanto conocer si el ambiente interior de los centros de fisioterapia es un entorno ecológico, cómo nos relacionamos con él, si producimos elementos tóxicos y cómo nos pueden afectar los diferentes tipos de contaminantes, tales como la contaminación lumínica, acústica, la electromagnética, la química y la biológica.
La calidad ambiental del interior de un edificio puede definirse por varias causas: la contaminación exterior, la que se desprende del mobiliario, materiales, instalaciones defectuosas y las que derivan de las actividades de los ocupantes del edificio. Un centro de fisioterapia, además, por ser un centro sanitario cuenta con una potencial presencia de agentes patógenos, una población más delicada y muchas personas (entre trabajadores y pacientes) ocupando contemporáneamente el espacio durante muchas horas, y una media de 5 días a la semana.
Al tener conocimiento sobre estos aspectos, tomamos consciencia y esto nos hace partícipes de generar cambios y de poder decidir si realizamos aquellas actuaciones o cambios de hábitos que nos permitan tener más calidad ambiental en nuestro lugar de trabajo.