En estos días de vuelta al “cole”, el Grado en Fisioterapia de la Universidad Camilo José Cela – UCJC quiere aconsejar a los padres para que aprendan y enseñen unos buenos hábitos posturales a sus hijos y las mochila que eligen sean adecuadas a cada etapa de la vida.
Estas pautas pretenden no sólo tener en cuenta las preferencias del niño, sino también pensar en diversos factores para elegirla:
- El peso de la mochila no debe sobrepasar el 10-15% del peso corporal del niño, y de ser así pueden optar por utilizar una mochila con ruedas.
- El tamaño de la mochila debe adecuarse al tamaño del niño, no debe ser más grande que su torso y la anchura menor que la de los hombros.
- Los tirantes deben ir apoyados sobre los dos hombros, mejor anchos (de 4-5 centímetros) y acolchados, y utilizar si hay, la cinta ajustable de la cintura.
- Hay que distribuir bien el peso: para ello son mejores las mochilas con compartimentos y en todo caso colocar los objetos más pesados (carpetas y libros) más cercanos a la espalda.
Además de las características de la mochila, tan importante como la mochila en sí son las posturas que los niños adquieran. Por ello:
- No debemos colgar la mochila sobre un solo tirante, ya que produce un trabajo asimétrico de la espalda.
- La mochila debe ir pegada al cuerpo, sin dejar espacio de separación en la zona lumbar.
- Tenemos que evitar que el niño interiorice los hombros ni se encorve para compensar el peso.
La columna está diseñada para soportar el peso de acuerdo a la estatura y de ser así, puede ocasionar daños. En la niñez o en la adolescencia, los malestares no se notan debido a que el cuerpo se encuentra en constante crecimiento.
Algunos daños que puede ocasionar son:
- Degenerar las articulaciones y los discos intervertebrales.
- Compresión de los nervios, ocasionando dolores de espalda.
- Afectaciones en las piernas y disminución de la fuerza.
Esperamos que, con estas recomendaciones proporcionadas, os hayamos ayudado con las dudas sobre las mochilas escolares.