Empieza la última parte del curso, los nervios, los trabajos, las entregas de las prácticas, las noches en vela estudiando, los exámenes… Afrontar estos últimos meses con buen estado físico y mental es fundamental, por eso hoy hablamos de una disciplina que os puede ayudar: el yoga.
Os contamos a continuación algunos de los principales beneficios del yoga:
Flexibilidad y mejora postural
Empezamos por lo básico. Uno de los beneficios más directos del yoga es el de mejorar la flexibilidad. Eso sí, con el paso del tiempo. Tras las primeras sesiones parece todo lo contrario porque a nuestro cuerpo le cuesta acostumbrarse, pero con constancia verás que se consigue. La flexibilidad y la movilidad articular que alcanzas practicando yoga se complementan con una mejora de la postura.
Más relax, mejor descanso
Practicar yoga ayuda a dormir mejor, lo que se traduce en un aumento de energía durante el día. Es una manera estupenda para conciliar mejor el sueño y dormir más profundamente. ¿Cómo consigue eso? El yoga alivia nuestro cuerpo de tensiones, relaja los músculos y reduce el estrés. La consecuencia es que se descansa mejor y esto en época de exámenes o fin de curso es, sin duda, lo que más se necesita.
Impacto físico
El yoga fortalece los huesos con las distintas posiciones y movimientos que se realizan. Y, lo más importante, se protege el corazón. La presión arterial se reduce y también la frecuencia cardíaca se hace más saludable. Dicen los últimos estudios que el yoga tiene el mismo potencial que correr o montar en bici para el corazón.
Aprovecha todos esos beneficios y la sensación de bienestar que produce la liberación de endorfinas del yoga y ¡a disfrutar!