Seguro que has escuchado últimamente hablar mucho del mindfulness ¿qué se esconde detrás de esa palabra? Se trata de un conjunto de técnicas de origen oriental que parten de la consciencia, la atención y el recuerdo para tratar el estrés y el cansancio. Marián de la Morena, directora del Experto Universitario Mindfulness en Contextos Educativos, lo explica muy bien en esta entrevista. Los estudios científicos han desvelado que tras la práctica del mindfulness se aprecian incluso cambios en las estructuras cerebrales relacionadas con el aprendizaje: “en el hipocampo, el área cerebral asociada al aprendizaje y la memoria, se observa un aumento de la densidad”, asegura Marián de la Morena.
Con ese objetivo de reducir el estrés y potenciar la concentración, podemos darnos cuenta que el mindfulness es una buena herramienta para los estudiantes. “En el mundo de educación es una herramienta que nos ayuda a mantener la atención – destaca Marián de la Morena – no una atención cansina o estresada, sino una atención relajada, una atención consciente de los estímulos, de lo que está sucediendo en el momento presente”.
Conocernos mejor, adquirir estados de consciencia y tranquilidad y fomentar la atención son factores que ayudan a crear un entorno propicio para el aprendizaje tanto dentro de las clases como fuera de ellas.
Como es un proceso que puede ayudarte durante tus estudios, te dejamos aquí un par de ejercicios con los que potenciar tu atención y reducir el estrés:
– Un minuto de atención plena: concentra tu atención y pensamiento en tu respiración durante un solo minuto. Dedica 60 segundos a este ejercicio de respiración, inspirando por la nariz y expirando por la boca, intentando concentrarte sólo en ello. Escucha el sonido y permanece atento al ritmo de respiración sin dejar que tu mente divague. También puedes hacerlo concentrándote en contar del 1 al 10, en lugar de en la respiración. Con el paso de los días puedes ir incrementando el tiempo dedicado a esta atención plena.
– Toma conciencia de tu cuerpo: experimentación en las sensaciones corporales asociadas al repaso activo del cuerpo. Se trata de experimentar las sensaciones que suceden en torno a las diferentes partes de tu cuerpo. De esta manera, desconectas y obligas a la mente a concentrarte en un punto concreto, con lo que tu cerebro ‘olvida’ el estrés y las distracciones. Con una postura cómoda, vas realizando mentalmente un recorrido por todo tu cuerpo, prestando atención a todo lo que sientes.