El ocio de los jóvenes universitarios
La reciente charla llevada a cabo en la Universidad Camilo José Cela por la profesora de la Universidad de St. John´s de Nueva York es una excusa perfecta para hablaros de un tema que hemos tocado en varias ocasiones en este blog: las actividades de ocio de los jóvenes durante su etapa universitaria.
El ocio para un joven universitario es una extraordinaria oportunidad para realizar experiencias que le permitan socializar, adquirir protagonismo y asumir responsabilidades. Si la formación reglada universitaria que han elegido les va a convertir en profesionales, su complemento con un ocio enriquecedor contribuye a construir su identidad.
El ocio es evasión, distensión, entretenimiento. El tiempo de ocio es una de las conquistas sociales del hombre contemporáneo. Sin embargo, entre los jóvenes ha habido un deterioro del concepto de ocio en pos del llamado “fenómeno finde”: Una suerte de reclusión en obligaciones desagradables durante la semana para desembocar en dos o tres días donde todo está permitido lejos de las miradas reprobatorias de familiares y formadores. De esta manera, el ocio entre jóvenes y adultos se ha convertido en espacios totalmente estancos.
Sin embargo, poco jóvenes perciben que detrás de este fenómeno hay una alienación aún mayor que la de su vida diaria. Los jóvenes se han convertido en un importante segmento de negocio para muchas empresas que les venden unos productos sin más valor añadido que el de pertenencia a una determinada corriente o moda y que promueve un sentido gregario donde el joven se sienta cómodo, aceptado por sus iguales. Hablamos de moda, bebidas, música, cierto tipo de cine, asistencia a determinados locales… Jóvenes que creen rebelarse contra cierta sociedad consumista realmente quedan sumergidos en ella de la forma más inconsciente y banal.
Asimismo, Internet se ha convertido también en otro recurso de ocio en el que los jóvenes han logrado crear su espacio aislado de los adultos. La telefonía móvil y las redes sociales favorecen este contacto virtual que establece unas relaciones personales que en muchas ocasiones no son sólidas ni enriquecedoras. Según señaló la profesora Carmen Klohe, se estima el tiempo que los jóvenes estudiantes dedican a Internet ronda las 7 horas diarias de media. Y aunque no se puede negar que es una magnífica herramienta de conocimiento, también provoca unos hábitos (lectura rápida y desinteresada, falta de comprobación de fuentes fiables, disfunción entre hechos reales e interpretaciones…) que pueden terminar sugiriendo una visión equivocada de la realidad. Como apuntó el profesor Gregorio Luri: “Internet sólo da a quién ya tiene”.
Por todo ello, la UCJC pone a disposición del alumno toda una serie de experiencias (actividades de voluntariado, competiciones deportivas, experiencias en otros idiomas y viajes) para conseguir que su ocio cumpla su función: construir su identidad.
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