Más allá de la carrera universitaria que elijas para tu formación superior, la Universidad te ofrecerá experiencias formativas ajenas a los planes pedagógicos que supondrán un ensayo sobre lo que será tu vida profesional y social en el futuro.
En este artículo destacamos 3 de esos conocimientos que ofrece el ambiente universitario, que por sus características en ocasiones quedan relegados a un segundo plano para el estudiante ante la atención el alumno presta a la obtención de calificaciones como finalidad de su formación.
1. Resolución de problemas: Una queja recurrente de los jóvenes profesionales al comenzar su vida laboral tras la Universidad es la supuesta inutilidad de muchos de los conocimientos que allí le han sido impartidos. Los nuevos profesionales que emiten esta queja, olvidan que tras esa aparente materia inútil lo que en realidad se ha impartido es un conocimiento (científico, técnico o metodológico) para afrontar y resolver problemas de muy diferente índole.
Aprender a buscar información, investigar, recopilar datos, ordenarlos, analizarlos, sintetizarlos y deducir una o varias soluciones a un problema planteado, es un aprendizaje que únicamente se adquiere haciendo al alumno enfrentarse a la necesidad de resolverlo (en una práctica, en un examen, en el estudio de un año lectivo…).
2. Capacidad de argumentación y exposición: La formación universitaria no sólo tiene como finalidad la adquisición de conocimiento y su aplicación acerca de una materia específica, sino también su correcta exposición y argumentación ante posibles interpretaciones u opiniones divergentes.
La vida profesional, en cualquier empresa, consiste básicamente en solucionar problemas y explicar por qué la o las soluciones propuestas son las óptimas, ya sea ante los directivos bajo los que trabajas o ante los clientes que van a comprar o contratar un producto o servicio. En cualquier escenario mercantil de libre competencia, la correcta exposición y argumentación de nuestro trabajo en muchas ocasiones puede marcar una diferencia de valor y/o confianza suficiente para conseguir el éxito.
3. Espíritu crítico: La búsqueda de información, el análisis de datos, la resolución de problemas en condiciones de bajo coste y tiempo, así como su correcta argumentación y exposición ante terceros, terminan por aportar a los universitarios un tercer aprendizaje: el espíritu crítico.
La capacitación para la vida profesional en la Universidad provee también de la capacidad para juzgar cuanto acontece en nuestra vida diaria: política, sociedad, cultura… detectar argumentaciones débiles o falsas, datos inválidos o valorar soluciones insuficientes o erróneas habilita finalmente al alumno para su vida laboral y social.
Desde sus inicios en el año 2000, la Universidad Camilo José Cela (UCJC) ha sido reconocida como institución comprometida con la calidad educativa y con la aspiración de formar jóvenes capacitados para afrontar con éxito los retos que la sociedad actual les plantea.
Nuestro mejor consejo es que nunca des nada por sentado porque sea lo «establecido» y te atrevas a buscar nuevos caminos.
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