Este análisis consiste en el proyecto de final de curso para la asignatura de Tecnología y Sistemas de Información Geográfica de uno de los alumnos de primer curso del Grado en Gestión Urbana de la Universidad Camilo José Cela.
El objetivo del mismo es evaluar la superficie de grandes parques en la ciudad de Madrid, para posteriormente analizar su distribución en el territorio, su redistribución entre la población, así como su accesibilidad y cercanía desde los distintos barrios de la ciudad. El proyecto ha sido ideado en el contexto de los procesos de desconfinamiento durante la COVID-19, reconociendo la importancia del acceso a las zonas verdes por parte de la población así como los beneficios derivados de sus posibles usos recreativos, estanciales o deportivos.
Para la realización del mismo se han empleado una serie de procesos GIS, apoyándose en las herramientas QGis y ArcGis Online, plataforma en la que finalmente se ha alojado el proyecto.
El análisis consta de varias partes:
– En primer lugar, este parte de una clasificación y categorización de los distintos parques y zonas verdes urbanas de Madrid susceptibles de servir al propósito del estudio. Para ello se han excluido todos aquellos parques y zonas verdes con una superficie inferior a las 5 hectáreas, así como algunos parques peri-urbanos como el Monte del Pardo.
– En segundo lugar, se han trazado unas áreas en base a la formula de polígonos de Voronoi, que permiten identificar las zonas de la ciudad de Madrid geográficamente mas próximas a cada uno de estos parques. De este análisis se extrae que los parques de la ciudad de Madrid están, geográficamente, moderadamente bien repartidos por el territorio.
– En tercer lugar, para evaluar a cuantas personas darían servicio cada uno de estos parques, se ha analizado la densidad de la ciudad de Madrid conforme a un doble enfoque: a partir de las secciones censales enriquecidas con los datos socio-demográficos proporcionados por el Instituto Nacional de Estadística (INE), y a partir de teselas hexagonales cotejadas con el número de viviendas del Catastro Municipal multiplicadas por el número medio de habitantes por vivienda. Este doble estudio arroja que Madrid es una ciudad bastante densa, concentrándose las mayores densidades tanto dentro como en el entorno de la carretera de circunvalación M-30.
– A continuación, se han comparado los polígonos de Voronoi resultantes con la densidad de habitantes alcanzada de manera que permita, a través de la división del número de metros cuadrados del parque de referencia entre el número de habitantes del área, hallar el ratio de metros cuadrado de parque por habitante en cada una de estas áreas. En esta ocasión, el estudio nos muestra que se producen grandes variaciones entre los distintos barrios de Madrid, concentrándose nuevamente en el interior de la M-30, así como algunos de los barrios inmediatamente exteriores, los peores ratios.
– En ultimo lugar, se ha realizado un mapa isocrónico de acceso a los grandes parques, que consiste en un análisis que combina el esquema viario de la ciudad con los tiempos y las distancias a través del mismo. De este modo, se han identificado las distancias de acceso a cada uno de estos parques, subdividiendo el territorio desde las zonas más próximas hasta aquellas zonas a mas de un kilómetro y medio de distancia a los mismos. A partir de este análisis, y comparándolo con la densidad poblacional, el estudio extrae que casi un millón de madrileños (977.448 personas) disponen de un mal acceso a los parques y zonas verdes de la ciudad.
Por todo ello, el trabajo concluye que la red de parques de la ciudad de Madrid no está bien distribuida y que, tanto por ratio de metros cuadrados por habitante como por la distancia al parque desde el domicilio, esta presenta grandes desigualdades afectando principalmente a los distritos centrales. Este análisis permitiría tomar decisiones basadas en datos en torno a estrategias de re-naturalización del centro de la ciudad que permitiese compensar este déficit de acceso a parques y zonas verdes.
(Texto escrito por el alumno de 1º curso, Alejandro Alatzas).
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