Este fin de semana ha sido muy prolijo en acontecimientos a resaltar, dado que confluyen los valores olímpicos de valor, humildad, disciplina, ejemplaridad, etc.
Empezamos por la carrera de Maratón de Madrid, donde un maratoniano aficionado superando los 70 años llegó a la meta, más de cuatro horas más tarde que el primer clasificado. Yo prefiero comentar, ya que tiene más valor, que pudo estar corriendo más de 6 horas, y seguir en la carrera a pesar de que a su paso iba viendo como se desmontaba toda la infraestructura de la carrera y estando en línea de meta los desmontadores y su familia para recibirle.
En otra visión y buscando por la red descubro a Kayla Montgomery, una corredora de atletismo de EEUU que teniendo una Esclerosis Múltiple (Enfermedad neurodegenerativa) ha llegado a ser campeona de su país, gracias a su constancia, disciplina y amor por el deporte
(https://www.youtube.com/watch?v=N_Vg0qmcR0g)
Así mismo en estas líneas quiero resaltar la labor de organización que tuvieron desde el departamento de fisioterapia en las Jornada de Lesionados Medulares, que se celebró en la Sede de Ferraz. Se realizó un recorrido por las lesiones medulares, con sus problemas, sus actividades, el Deporte Paralímpico.
Pero incluso con ese éxito de participación y organización y, por supuesto sin menospreciar a nadie, la estrella de la jornada fue sin duda, una niña de 6 años, Iraide, hija de Moisés, un profesor de la casa, que debido a una enfermedad de recién nacida le obliga a desplazarse en una silla de ruedas; Pero no todo el tiempo, ya que es capaz de desplazarse “a su manera” además de disfrutar con el esquí, el ciclismo, montando a caballo, nadando o aprendiendo a jugar al tenis y todo con una naturalidad y una alegría en la cara que nos conmovió a todos los presentes.
Quisiera aprovechar la ocasión para que desde esta Cátedra se recogieran testimonios de verdaderos del deporte, que son anónimos y que merecen un reconocimiento en alguna parte, en algún momento.