El pasado miércoles 4 de junio, tuvimos la oportunidad de visitar los juzgados de Fuenlabrada y vivir una experiencia que nos acercó, de forma directa y muy humana, al funcionamiento real de la justicia. Durante la mañana asistimos a tres juicios por delitos leves, concretamente tres casos de hurto, que nos permitieron ver cómo se aplica el derecho en situaciones cotidianas.
Desde el primer momento, nos sentimos muy bien acogidos. Tanto la jueza como la Letrada de la Administración de Justicia mostraron una actitud cercana y amable con nosotros. Antes de cada caso, se tomaban el tiempo de explicarnos brevemente de qué trataba el asunto que íbamos a presenciar y, lo que fue aún más de agradecer, nos animaban a preguntar después de cada caso por si algo no lo habíamos comprendido del todo. Su disposición para aclararnos dudas hizo que la experiencia fuera no solo interesante, sino también muy didáctica.
En cuanto a los juicios en sí, aunque se trataba de procedimientos rápidos y sencillos, nos ofrecieron una visión muy clara del trabajo que se realiza a diario en los juzgados. Pudimos ver cómo se desarrollan las vistas orales, cómo intervienen las partes y cuál es el papel del juez, la fiscalía y la defensa.
Mención especial merece la fiscal, cuya actuación fue sencillamente impresionante. Con una exposición clara, firme y segura, analizó cada caso con precisión, argumentando con solidez jurídica, pero sin perder la empatía ni el trato respetuoso hacia los acusados. Fue un ejemplo perfecto de cómo se puede ejercer la justicia con rigor y humanidad al mismo tiempo.
En general, fue una experiencia muy enriquecedora y reveladora, que nos permitió comprender la importancia de la justicia cercana, el valor del trabajo riguroso de los profesionales del derecho y la necesidad de mantener siempre un equilibrio entre la firmeza jurídica y el respeto hacia las personas.
Isabel Sancho Sánchez