La semana pasada, visitó nuestra Universidad la escritora y periodista Marta Robles, quien vino a presentar su última novela La chica a la que no supiste amar. Una novela del género negro que aborda como tema principal, la trata de seres humanos con fines de explotación sexual.
Esta actividad, se propone con el objeto de fomentar la lectura entre nuestros estudiantes y acercarlos a este fenómeno tan grave, que es a menudo, silenciado en nuestra sociedad. Como nos explicaba Marta, todos podemos contribuir a dar visibilidad a esta lacra, ante la que la sociedad permanece indiferente y detrás de la que se esconde la esclavitud de estas mujeres que llegan a España, tras un periplo migratorio en el que se encuentran con violaciones, agresiones, miseria, precariedad y en el que se juegan literalmente la vida. Cuando llegan a España van a parar al escalón más bajo del infierno, la prostitución. Burdeles en los que las explotan y las anulan diariamente, teniendo que soportar la crueldad de los proxenetas y los clientes. Todo ello a cambio de una deuda que contraen y lo que permite a sus captores, perpetuar la esclavitud bajo amenazas y coacciones contra lo único que les queda, su familia.
En palabras de Marta, se trata de una historia que no es real en absoluto pero que por desgracia podría serlo. Para narrar esta historia, la autora recurrió a diferentes fuentes de información, donde conoció el lado más oscuro de la sociedad y las historias de algunas mujeres nigerianas, con quienes pudo contactar a través de la Asociación para la Prevención, Reinserción y Atención a la Mujer Prostituida APRAMP, poniendo de manifiesto el papel tan importante que desarrollan las ONG para ayudar a estas mujeres.
El mejor camino para defender los derechos humanos es la educación y por ello, conocer este fenómeno es fundamental para luchar contra él. La acción de las instituciones y de las ONG no será efectiva si no va acompañada de la acción social. De ahí, que sea fundamental sacudir nuestras conciencias y conseguir en palabras de la autora, que los jóvenes se conmuevan con el dolor ajeno.
La novela consigue enganchar y estremecer, mostrando la personalidad de criminales sin escrúpulos y de otros personajes, aceptados comúnmente en nuestra sociedad, pero que constituyen piezas claves para que las mafias puedan desarrollar su actividad, nos referimos a empresarios, médicos, jóvenes adictos a la pornografía y otros perfiles que no suelen ser relacionados con esta trama tan perversa.
Tras la presentación de la novela, los estudiantes pudieron preguntarle a Marta algunos aspectos que les habían impactado tras su relato, principalmente en relación con el infierno que recorren estas mujeres hasta llegar a España y de lo poco que vale la vida de esas mujeres en su país, en este caso en Nigeria.
Por último, me gustaría destacar algo que Marta puso de relieve y con lo que consiguió acercarnos todavía más, a la historia de su novela. Me refiero a la capacidad de empatizar con estas mujeres; mujeres como nosotras, con sueños, familia, proyectos, que sufren enfermedades y que quieres ser felices pero por desgracia les ha tocado nacer en otro lugar donde no existen las oportunidades. La manera en la que nos describió el sentir de las víctimas fue una gran lección de derechos humanos para todos nosotros.
Dra. Miriam Salvador García
Directora del Departamento de Derecho