
El 27 de enero, mis compañeros y yo tuvimos el placer de visitar la OTAN, una institución cuyo principal objetivo es garantizar la libertad y la seguridad de sus miembros a través de acciones políticas y militares. En el ámbito político, ofrece a sus 32 Estados miembros la oportunidad de dialogar y cooperar en temas de defensa y seguridad. En el ámbito militar, prioriza la resolución pacífica de disputas y, en caso de ser necesario, cuenta con capacidad operativa para gestionar crisis.
Durante nuestra estancia en la OTAN, tuvimos la valiosa oportunidad de asistir a una charla impartida por Juan Ignacio y Luis García Lumbreras.
Juan Ignacio explicó la importancia de las tecnologías emergentes, en particular la Inteligencia Artificial (IA), que, además de evolucionar de manera vertiginosa, representa tanto un desafío como una oportunidad para la seguridad global. La IA puede fortalecer la defensa de la OTAN, pero también supone un riesgo si se emplea en ciberataques o desinformación.
Debido a esto, la OTAN ha establecido un conjunto de estrategias basadas en liderar el desarrollo responsable de la IA en defensa y seguridad, acelerar su adopción para mejorar capacidades e interoperabilidad, proteger y supervisar estas tecnologías, gestionar riesgos, fortalecer la capacidad de innovación y defenderse de posibles amenazas adversarias.
Por su parte, Luis García Lumbreras nos habló sobre la importancia de la OTAN como un sólido componente político y foro de discusión transatlántico.
También abordamos temas clave, como la crisis entre Rusia y Ucrania y la relevancia de las amenazas híbridas. Estas, si bien no constituyen ataques militares directos, pueden desestabilizar a un país o a una alianza sin declarar una guerra convencional, utilizando, por ejemplo, desinformación y propaganda.
Eulalia Cortés Muñoz, estudiante de tercer año del Grado en Derecho.