El martes 12 de noviembre del presente año, los estudiantes de tercer curso del Grado en Derecho asistimos a la jornada de puertas abiertas de la Corte de Arbitraje de Madrid. Fundada en 1989 por la Cámara de Comercio de Madrid, esta institución se ha consolidado como una de las más prestigiosas en la administración de arbitrajes comerciales, tanto nacionales como internacionales.
Durante esta jornada, tuvimos la oportunidad de ampliar nuestros conocimientos sobre el arbitraje, un método alternativo de resolución de controversias en el que las partes involucradas acuerdan someter su disputa a uno o varios árbitros imparciales. Estos emiten una decisión vinculante para ambas partes, ofreciendo así una solución eficiente y especializada en comparación con los procedimientos judiciales tradicionales.
En el ámbito internacional, destaca el Centro Internacional de Arbitraje de Madrid – Centro Iberoamericano de Arbitraje (CIAM-CIAR), una entidad nacida de la fusión de la actividad internacional de tres cortes de arbitraje, con el apoyo del Ilustre Colegio de Abogados de Madrid como socio estratégico.
La Corte de Arbitraje de Madrid se guía por principios fundamentales como la transparencia, visible en la publicación de su estructura, normas y lista de árbitros; la igualdad de género y la inclusión en el arbitraje; y la digitalización de sus procesos, que se materializa en el uso de plataformas virtuales y modernas salas de audiencias.
Más allá del aprendizaje teórico, tuvimos el privilegio de visitar el Palacio de Santoña, una joya de la arquitectura barroca del siglo XVIII. Este edificio, adquirido por la familia Goyeneche en ese mismo siglo, sobresale por su riqueza arquitectónica y artística, fruto de su proximidad a la corte de Felipe V. En 1874, el palacio pasó a manos de los duques de Santoña, quienes lo transformaron en un epicentro de lujo y alta sociedad, albergando eventos que lo convirtieron en un referente social de Madrid.
Como estudiante de Derecho y apasionada por el Derecho Internacional, considero que esta visita ha sido especialmente enriquecedora. Me ha permitido acercarme de manera práctica al arbitraje como mecanismo de resolución de disputas y ampliar mi perspectiva sobre las relaciones comerciales internacionales.
Chloé Chaumier Bercial, subdelegada de tercer curso del Grado en Derecho