La cooperación española, a examen

La realidad de la pobreza y las desigualdades es persistente. 2.800 millones de personas en el mundo viven en situación de pobreza, mientras la concentración de la riqueza cada vez en menos manos sigue creciendo, gracias al actual modelo económico. Son cifras detrás de las que se ocultan las vidas de casi la mitad de la humanidad, el 70% de las cuales son vidas de mujeres. Son personas que carecen de lo más básicos de los derechos humanos, la alimentación, la sanidad, la educación… Todo ello en un planeta que consume más recursos de los disponibles, poniendo en riesgo el equilibrio ecológico actual y el de las generaciones futuras y que alberga movimientos migratorios masivos y crisis humanitarias que se suceden de forma dramática.

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Con estas palabras comienza el artículo La cooperación española, a examen de Mercedes Ruiz-Giménez Aguilar, presidenta de la Coordinadora de ONGD-España (@CoordiONGD) publicado el 3 de julio de 2015 en el blog de El País “3500 millones”.

Realizar una reflexión sobre estos desafíos cobra especial relevancia en estos días, a nivel global y especialmente en el caso español, ya que actualmente se está en proceso de evaluación de la política de cooperación al desarrollo española por parte del Comité de Ayuda al Desarrollo (CAD) de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE). A partir de la información recabada a lo largo del proceso, se elaborará un informe que será público en Enero y que supondrá la hoja de ruta que marcará la definición de las futuras políticas en materia de Cooperación Internacional al Desarrollo para España.

La valoración realizada desde la Coordinadora de ONGD de España (CONGDE) es sumamente negativa al recoger los siguientes hechos:

– La Ayuda Oficial al Desarrollo (AOD) ha sido la política pública que ha sufrido los mayores recortes en España, el 70% de su presupuesto, situando la AOD en el 0.14%, comparable a los niveles del año 1989.

– El Ministerio de Asuntos Exteriores y Cooperación (MAEC) ha pasado de gestionar el 49% de los flujos totales de AOD en 2011 al 28% en 2013. Tanto el MAEC como la Agencia Española de Cooperación Internacional para el Desarrollo (AECID) han perdido preeminencia en la gestión de recursos, pero sobre todo su rol político.

– En cuanto al papel de las ONGD, la recomendación del Examen de Pares de 2011 para que se definiera un marco de política de colaboración con la Sociedad Civil, con el fin de tener una relación más estratégica, aunque fue recogida por el IV Plan Director, todavía no se ha completado.

– Los recortes también han afectado severamente a la financiación de las acciones de las ONGD […] Desde 2.008 se han perdido 2.000 puestos de trabajo en el sector y el número de proyectos en el terreno ha caído de 6.200 a 2.200.

– El Gobierno no ha publicado aún tres documentos clave: el Plan Nacional sobre Empresas y Derechos Humanos (pendiente desde 2012), la Hoja de Ruta para la coherencia de las políticas sobre el comercio y la evasión fiscal (pendiente desde principios de 2014 ), y el informe de Coherencia de Políticas para el Desarrollo de 2015.

Atendiendo a estas informaciones se hace necesario, tal y como manifiesta el artículo anteriormente citado, las siguientes cuestiones:

– Recuperar el espíritu del Pacto de Estado contra la Pobreza y que la política de cooperación sea asumida como política pública y de Estado, al margen de los vaivenes políticos […]

– Situar la Coherencia de Políticas para el Desarrollo en el centro de la acción de gobierno de forma que se eviten los impactos negativos en los derechos de la ciudadanía por parte de las políticas comerciales, energética, agrícolas, de migración o la fiscal.

– Renovar el compromiso con el objetivo del 0,7% como aportación española a la lucha contra la pobreza y la reducción de las desigualdades, y establecer una hoja de ruta que permita alcanzar el 0.4% al final de la próxima legislatura.

– Promover cauces de participación y un entorno facilitador para el ejercicio de la diversidad de roles de las Organizaciones de la Sociedad Civil.

– Reforzar con recursos la voluntad política de mantener la equidad de género y la defensa de los derechos de las mujeres como seña de identidad de la cooperación española.

Es importante, tal y como se indica en el final del artículo, que los evaluadores a la hora de redactar el informe, traten de matizar el tono consensuado y diplomático que suele presidir estos informes para avanzar hacia recomendaciones contundentes que puedan tener una repercusión real en el gobierno español, para que sean tomadas en cuenta a la hora de elaborar la futuras líneas estratégicas de la cooperación internacional al desarrollo española.

Si quieres leer el artículo completo pincha en el siguiente enlace: La cooperación española, a examen