Esther Pérez Tenorio – Ex profesora de la UCJC que vive actualmente en Nueva York
Se podría decir que fueron varios los motivos por los que el Maratón de Manhattan (que estaba previsto que se celebrase el domingo 4 de noviembre) fue «cancelado»; y digo «cancelado» entre comillas porque maratón, semimaratón o como ustedes prefieran llamarlo, sí tuvimos, aunque no se encontraran todos los participantes dadas las circunstancias. Desde Central Park, podían verse numerosos grupos en la carrera luciendo banderas de los distintos países participantes, entre ellos España, bajo el ánimo de los que pasábamos por allí espectantes, para comprobar si realmente había o no había Maratón.
A este respecto, cabe decir que Bloomberg siempre había apostado por seguir adelante con el Maratón y lo defendió hasta el final, pero no tuvo mas remedio que cancelarlo. Es probable que recibiera una importante llamada de última hora, teniendo en cuenta lo cerca que estaban las elecciones. ¿Los motivos? No podían desviarse recursos para el Maratón, recursos más que necesarios para los afectados tras el paso del Huracán Sandy. Tampoco parecía muy ético que la salida de la carrera fuera en State Island, siendo ésta una de las zonas más afectadas (aunque se eligió esta zona por esa misma razón, como forma de apoyo).
En cualquier caso, todas las opiniones importan y todo puede ser discutible. La otra vertiente es que la mayoria de los participantes se habían movilizado para que todos los beneficios de la carrera se destinaran a los afectados y habían anulado los festejos relacionados con el Maratón por respeto a los mismos. Además, hay que tener en cuenta que  económicamente habría sido una buena inyección en un momento en el que Nueva York se enfrenta a pérdidas de cerca de 40 millones de euros.
En mi opinión, el asunto se ha enfocado mal desde el principio. Ha sido, además, mal interpretado o quizá mal gestionado. Esta carrera se podía haber convertido en una fuente de ayuda importante para los afectados y no en un desvío de recursos. Es probable, entre otras cosas, que no se realizara una campaña de marketing adecuada y la imagen reflejada haya sido la de un grupo de corredores buscando su satisfacción o reto personal. Señores, esto no es el deporte, ya deberían saberlo. Una carrera que se practica desde hace 40 años y que no fue cancelada ni siquiera tras el atentado del 11-S. 
Corredores el día del Maratón de Manhattan
De un modo u otro, el Maratón se ha visto envuelto en un sinfin de controversias, pero finalmente pudimos contar con numerosos participantes que no hicieron uso de los recursos habituales y que contaron con muchísima gente que les animaba a seguir.Cancelado o no, con recursos o sin ellos, hubo Maratón de Manhattan. La polémica está servida; juzguen ustedes mismos.

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