La nueva realidad dibujada por el ecosistema de la Industria 4.0, interconectada y retroalimentada por las nuevas tecnologías, destruirá muchas profesiones que ya no serán necesarias pero también creará otras nuevas.
Se prevé que, en un máximo de cinco años, el mercado laboral sufrirá una enorme hecatombe que le hará saltar por los aires. Áreas que hasta el momento se percibían como inconexas, como la inteligencia artificial, el aprendizaje por refuerzo inverso, la robótica, la nanotecnología, la genética, la biotecnología o la impresión 3D, formarán parte de un todo interconectado e interdependiente entre sí.
Esta previsión no está respaldada en opiniones subjetivas y catastrofistas, sino en datos informativos y objetivos. Según el informe de Davos –Foro Económico Mundial-, los cambios tecnológicos y demográficos destruirán más de siete millones de puestos de trabajo antes de 2020. Dos tercios de los trabajos destruidos serán trabajos de oficina rutinarios, es decir, administrativos. Las previsiones también sitúan en la debacle a los empleados en procesos de fabricación y producción, si bien el impacto puede verse amortiguado si reaccionan a tiempo y se reciclan profesionalmente mejorando sus cualificaciones a las nuevas demandas del mercado.
Según este informe, se crearán dos millones de nuevos puestos de trabajo vinculados con la informática, las matemáticas, la ingeniería y la arquitectura. Lo que nos deja un total de cinco millones de profesionales que deberán reinventarse.
El Grado en Empresa y Tecnología nace con vocación de futuro y encaja a la perfección con las nuevas demandas originadas por la nueva situación del mercado laboral prevista en el informa Davos. De hecho, es un Grado de máxima demanda de empleo, concebido para formar a los mejores profesionales de la empresa del futuro, inmersa en flujos tecnológicos y en un proceso de cambio continuo.