Estudio sobre la prevención de pandillas juveniles en Móstoles

                                          Fdo.:                                                     

Grado en Criminología y Seguridad

Siempre nos preguntamos cómo son los jóvenes de ahora, por qué se comportan de la manera en que lo hacen, qué motiva normalmente su comportamiento…

Todos, en algún momento, nos planteamos las diferencias que existen entre generaciones. Así que, ¿Por qué no hacerlo realidad? Es por ello por lo que se decidió estudiar a la juventud en Móstoles, municipio muy conocido por la gran afluencia de gente de allí vive, además de que se empezaba a conocer en el municipio la creación de nuevas pandillas juveniles que a veces daban de qué hablar, y no precisamente de buenas acciones.

En un primer momento, se debía dejar constancia de qué hacían los jóvenes hoy en día en su tiempo libre, por dónde se movían, qué lugares frecuentaban y una larga lista de características que definirían al joven mostoleño/a.

Por ello se decidió hacer una encuesta sobre el desarrollo de la organización y uso del ocio grupal, dirigida a jóvenes en edades comprendidas entre los 13 y los 17 años. La decisión de poner tope a las edades fue sencillamente porque se entendía que jóvenes menores de 13 años no suelen salir solos y que, en el caso de jóvenes mayores de 17 años, suelen estar más centrados en otros ámbitos. La encuesta se realizó a 430 jóvenes, de los cuales 293 respuestas se tomaron como “jóvenes normales” y 137 respuestas se tomaron para el estudio de prevención al considerarlas anormales.

En la encuesta, las primeras preguntas estaban dirigidas a conocer la edad del menor y si era repetidor, ya que esto último se considera un factor de riesgo de cara al tipo de ocio del que disfrutan los jóvenes, ya sea por problemas de control informal (familiares en general) o porque, por el contrario, se trata de jóvenes repetidores a causa de estar sobreprotegidos, lo que genera que sean jóvenes incapaces de realizar distintas actividades por sí solos. Estudiadas todas las respuestas, se encontraron 20 repetidores (que no son un número muy significativo dentro de las 137 respuestas que se decidieron estudiar).

Las siguientes preguntas se dirigían a la situación familiar y a la relación que mantenían los jóvenes con sus padres. Si bien la gran mayoría (75%) de los datos estudiados vivían con sus padres y éstos estaban casados, el estudio se centró en estudiar a los jóvenes cuya respuesta era que sus padres estaban separados o divorciados (19%), ya que se considera otro factor de riesgo de cara al estudio de prevención. En cuanto a la relación entre padres e hijos, se observó un gran porcentaje de jóvenes (68%) que tenían buena relación con sus padres pero que a veces discutían (algo totalmente normal teniendo en cuenta la edad de los encuestados). Sólo un 12% de los jóvenes tenían una muy mala relación con sus padres y no querían que supieran acerca de lo que hacen.

Por otro lado, como el estudio estaba dirigido a la prevención de la delincuencia en creación y pertenencia a pandillas juveniles, se quiso averiguar si existía sentimiento de pertenencia a un grupo, de tal manera que se preguntó si sus grupos tenían nombre, si tenían algún tipo de responsabilidad dentro del grupo, si se identificaban con algún ítem (el graciosillo, el serio…), para después averiguar si el grupo en el que se encontraban era problemático, haciéndoles preguntas como por ejemplo si habían tenido problemas en conjunto con otro grupo y si habían tenido problemas de forma individual con otras personas por los amigos que tenían dentro del grupo. En base a las respuestas estudiadas (137), 105 jóvenes tenían un gran sentimiento de pertenencia a un grupo concreto.

Debido al gran porcentaje de jóvenes que tenían gran sentimiento de pertenencia a un grupo, se decidió investigar también acerca de la posibilidad de rol de líder (en base al dinero que solían llevar encima cuando salían) y el tiempo que dedicaban a su grupo de amigos. En ésta última pregunta, se observó que un 56% de los jóvenes pasaban toda la tarde junto a su grupo mientras que un 25% solo pasaban unas horas con su grupo. Sin embargo, donde se decidió incidir fue en el 19% de los jóvenes que afirmaban pasar todo el día junto a su grupo, ya que esto puede deberse a un pobre control paterno por diversos motivos.

En base a todo lo anterior, se decidió crear un mapa de ruta por las zonas donde solían moverse los jóvenes, de tal manera que se pudieran estudiar los distritos de forma minuciosa a fin de averiguar por qué elegían esos lugares para estar con sus respectivos grupos. Es por ello que se decidió hacer el estudio por distritos, siendo estos la zona Centro, zona Norte/Universidad, zona Sur-Este, zona Oeste, Urbanización Guadarrama y Parque Coimbra, careciendo estas dos últimas zonas de interés para este estudio puesto que no son muy concurridas por los jóvenes, sino que son zonas residenciales para familias con niños pequeños.

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En cuanto a la zona Centro, se encontró una gran afluencia de los jóvenes en Pradillo, ya que se trata de la zona que abarca más lugares de comida rápida y cervecerías además de que se trata de la zona más antigua de Móstoles, por lo que los pisos son mucho más baratos y por ello se puede observar más afluencia de jóvenes inmigrantes. Además, la zona más frecuentada de Pradillo suele ser el interior de la parada de Metro-Sur “Pradillo”, ya que tiene una amplia zona donde poder sentarse sin molestar a los usuarios del metro.

Otra de las zonas más frecuentadas dentro del centro es el Parque Huertas, situado al lado de la biblioteca municipal y del Conservatorio. Se trata de una zona con muy poca iluminación además de estar un poco alejado de los pisos más cercanos por la disposición que tiene. Además, se trata de un parque muy frecuentado para consumir tóxicos debido a las características anteriormente citadas, sobretodo alcohol, ya que está rodeado de tiendas de alimentación de origen Chino.

Otro de los parques más frecuentados en esta zona es el parque de la Constitución, caracterizado por su poca iluminación además de la dificultad de visibilidad por tener una gran arboleda. Además, se trata de un parque rodeado de edificios vecinales, por lo que el acceso para los jóvenes es más sencillo ya que lo tienen cerca de sus casas.

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En cuanto a la zona Norte-Universidad, se encuentra el parque de la calle Carcavilla, característico por ser una zona de difícil acceso con vehículos además de tener muy poca iluminación y mucha arboleda.

Otro lugar frecuentado por los jóvenes es el parque Prado Ovejero, que cuenta con una amplia extensión de terreno vallado y, aunque tienen horario de apertura y cierre, carece de vigilancia y tampoco tiene mucha iluminación.

El Parque de los planetas es otro lugar muy frecuentado por los jóvenes en el distrito Norte-Universidad, siendo característico por comunicarse de un barrio a otro además de ser una zona de muy difícil acceso para vehículos y contar con grandes extensiones de zonas verdes sin apenas iluminación.

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En cuanto al distrito Sur-Este destaca el parque Malasaña por ser una de las más frecuentadas por los jóvenes además de ser la zona más nueva, por lo que está alejado del resto de vecindarios. Se encuentra justo al lado de la parada de Metro-Sur. Al igual que el parque de La Paz, ambos en el mismo distrito, son considerados de gran afluencia, ya que los jóvenes suelen pasar mucho tiempo en ellos debido a que ambos tienen Skatepark, mezclándose distintos grupos de jóvenes que además pueden aprovechar para consumir tóxicos gracias a dos motivos principales, siendo uno de ellos la poca visibilidad que hay por la noche y por ser de gran dimensión.

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Por último, en el Distrito Oeste, se encuentra la Finca Liana, que cuenta con horario de apertura y cierre y además esta vallado. Aunque normalmente tiene gran afluencia de familias y gente joven para pasear, las cosas cambian cuando llegan las fiestas del municipio (en Mayo y Septiembre), ya que el recinto se convierte en una discoteca móvil de libre acceso y su parking en un botellódromo. Se convierte, por tanto, en un escenario dantesco de consumo sin freno, en el que tanto adultos como menores tienen total impunidad, siendo también lícito la entrada de menores al recinto con alcohol, ya que lo único que se prohíbe es la entrada con cristal, por lo que no es raro que los servicios de emergencias tengan que atender intoxicaciones etílicas cada día.

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Gracias al mapa de ruta se encontraron 3 grandes pandillas conocidas en el municipio (solo nos centraremos en las dos últimas), siendo éstas Los Tigres (TGS), Los Lobos y L’Hawma, cuyos requisitos principales para pertenecer a sus grupos son los siguientes:

  • Haber quedado con el grupo varias veces “hasta que se coge confianza con ellos”
  • No se puede quedar con dos pandillas a la vez, ya que está considerado como una traición

En cuanto a la L’Hawma, está compuesto por unas 50 personas de origen marroquí, todas de sexo masculino organizados de forma piramidal como se muestra a continuación:

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En cuanto a Los Lobos, todos sus miembros son de género masculino y de origen español, entre 16 y 20 años y casi todos pertenecen al IES Juan Gris. Son conocidos por sus trapicheos con droga además de que suelen portar arma blanca. Es por esto que, sabiendo el trapicheo de drogas que llevan a cabo, en la encuesta se decidió preguntar por ello.

¿En qué situación consumen los jóvenes mostoleños?, cuya respuesta no deja a nadie indiferente.

El 63% de los jóvenes de los que se estudiaron las respuestas consumen siempre que están en grupo, ya sea en fiestas o un fin de semana cualquiera. Aunque es una cifra muy alta, lo que realmente deja sin palabras es que un 18% de los jóvenes consumen tóxicos cuando están solos, normalmente por problemas con la tolerancia a la frustración unida al tiempo que suelen pasar solos.

Entonces, ¿cuál es la solución? ¿Cómo se previene o se interviene frente a esta triple problemática? (facilidad de las zonas verdes para consumir unido a jóvenes con baja tolerancia a la frustración y a grupos que se dedican a generar más consumo). Estos grupos se han originado bien por tener la misma nacionalidad (L’Hawma), bien por una posible falta de adaptación a la sociedad, lo que crea un hermetismo y rigidez muy visibles.

Además, suele tratarse de familias desestructuradas y con bajos recursos económicos, lo que muchas veces genera en los jóvenes poca tolerancia a la frustración y los lleva al consumo de tóxicos.

Es por ello que, en cuanto a medidas de prevención se proponen varias soluciones. En base a la política social o 1ª medida de prevención (dirigida a la sociedad en general):

  • Charlas en colegios desde 1º ESO (los jóvenes indican que estas charlas llegan tarde o no llegan). Además, disponen de mucha información pero no saben distribuirla, no saben cuáles son los procesos exactos del consumo, por ejemplo.
  • Charlas informativas a los padres con bajos recursos económicos o en situación de conflicto familiar (jornadas de trabajo muy largas). Aprovechamiento del tiempo por parte de los jóvenes en centros de atención (Asociación Punto Omega). Se trata de que los jóvenes ayuden a los más pequeños con los deberes en esta asociación, de tal manera que se genere una visión distinta del tiempo libre y del ocio.
  • Campañas en contra del consumo excesivo de alcohol, ya que los mostoleños aún no hemos visto ninguna campaña de este tipo y se considera muy necesaria de cara a las fiestas de Móstoles.

En cuanto a la política de seguridad (prevención secundaria, dirigida a grupos y situaciones concretas):

  • Conseguir que los institutos dejen actuar a modo de prevención a la Policía Municipal (programa PISEE: Plan Integral de Seguridad en el Entorno Escolar) (LO 1/1996, de Protección Jurídica del menor)
  • Aumentar la iluminación en algunos de los parques, ya que la arboleda no se puede eliminar.
  • Compromiso de padres y profesores de cara a la detección temprana de violencia en alumnos (promoción de un ambiente de NO violencia)

Por último, en cuanto a la política criminal (prevención terciaria, dirigida a los que ya han cometido un acto delictivo), se propone:

  • Intervención del Centro de información juvenil, que no saben que existe o no tienen ni idea de para qué sirve. Este centro ayuda a los jóvenes con cualquier duda o problema que tengan, ya sea a modo de ocio o incluso para aprender a hacer un currículum o para problemas más graves como por ejemplo los conflictos familiares. Se trata de una gran ayuda de cara a la posible resocialización de los jóvenes que ya han delinquido, ya que aprenden a ver las cosas de otra forma.
  • En cuanto a los jóvenes, a modo de resocialización, se propone lo siguiente:
  • Realización de actividades en beneficio de la comunidad (ayudando a personas con discapacidad o ancianos que necesiten compañía durante unas horas al día)
  • Que el joven agredido sea asistido por el joven agresor, ayudándolo a todo lo que necesite. Se trata de una medida muy complicada, ya que normalmente los padres del agredido no quieren que el agresor se acerque a él.
  • Que sea el agresor quien participe en campañas contra la violencia, haciendo que tenga que leer todo el proceso de la violencia y que, además, se ponga en el lugar de los agredidos (desarrollo de la empatía).

Aun habiendo propuesto distintas soluciones, se hace necesaria la reflexión en base al estudio realizado, ya que queda constancia del tipo de jóvenes que se están desarrollando: jóvenes que pasan mucho tiempo solos, que normalmente obtienen todo lo que quieren y que están desarrollando una pobre tolerancia a la frustración, ya que normalmente no hacen nada por ellos mismos. Es por ello que se considera necesaria la pronta intervención con ellos para conseguir que desarrollen habilidades sociales y psicológicas de autosuficiencia.