Las estrategias de aprendizaje engloban todas las medidas adoptadas por los alumnos para incrementar su propio aprendizaje. Aunque su descubrimiento y denominación empírica es relativamente reciente, estas estrategias se han venido usando desde siempre. Por ejemplo, memoria y reglas mnemotécnicas son instrumentos utilizados desde la antigüedad para ayudar a recordar los contenidos de la literatura de transmisión oral.
La investigación confirma la creencia de que los estudiantes que reciben entrenamiento de aprendizaje generalmente aprenden mejor que aquellos que no lo reciben. Por ello es importante que los profesores traten de hallar las creencias prescriptivas de sus alumnos para trasladar este conocimiento a la enseñanza de estrategias con el fin de posibilitarles un enfoque más autónomo del aprendizaje de una segunda lengua. También es importante proporcionar oportunidades a los alumnos para que pongan en práctica su aprendizaje y, de esta manera, posibilitar una toma de conciencia de sus criterios propios acerca de cómo estas ideas influyen en su proceso de aprendizaje.
La clasificación de las estrategias para el aprendizaje de idiomas ha sido abordada por muchos autores. La mayoría de estas clasificaciones muestran similitudes en las categorizaciones y no se aprecian diferencias relevantes. Hismanoglu, (2000) hace referencia a los inventarios de estrategias para el aprendizaje de idiomas llevados a cabo por Rubin, O’Malley y Oxford.
Podemos decir que las estrategias para el aprendizaje de idiomas se clasifican en seis grupos: estrategias de memoria (hacen referencia a cómo los estudiantes recuerdan el idioma), estrategias cognitivas (hacen referencia a lo que piensan los alumnos de su aprendizaje), estrategias de compensación(hacen referencia a cómo los alumnos compensan las carencias de conocimiento), estrategias metacognitivas (hacen referencia a cómo gestionan los alumnos su propio aprendizaje), estrategias afectivas (aluden a los sentimientos de los alumnos) y estrategias sociales ( implicaciones del aprendizaje en interacción con los demás). Esta clasificación surge para refutar otras anteriores en las que se hacía énfasis en las estrategias cognitivas y metacognitivas atribuyendo mucha menos importancia a las estrategias afectivas y sociales.
Nuestros estudios tienen como objetivo fundamental identificar los factores que pueden influir en el aprendizaje de lenguas extranjeras. En esta nueva línea de potenciación de las variables afectivas y sociales para mejorar la adquisición de la segunda lengua, las investigaciones que llevamos a cabo en la UCJC incluyen factores como la motivación y la ansiedad, a la vez que medimos las estrategias que utilizan los alumnos y su interés por la aplicación del idioma en contextos no profesionales.
Dra. Marian de la Morena
Profesora de la Facultad de Ciencias Sociales y de la Educación
Doctora en Ciencias Sociales por la UCJC y acreditada por la ACAP, especialista en estrategias de aprendizaje y motivación de equipos. Es licenciada en Filología Inglesa por la UCM y Máster en Dirección de Marketing y Gestión Comercial por ESIC. Además ha completado su formación con un curso de Comercio Internacional en la Cámara de Comercio Británica y es Practitioner en Programación Neurolingüística por el IPH. Es miembro de la Red Lidera de la Comunidad de Madrid para el fomento del liderazgo femenino.
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