Carreteras Inteligentes

Carreteras inteligentes, un post escrito por Ángel Gabriel Martínez García (alumno del Grado en Transporte y Logística UCJC)

¿No sería fantástico poder conectar la energía solar que nos llega a nuestras carreteras y, con ello, crear un sistema de movilidad inteligente y energéticamente limpio para el futuro?

Se estima que entre 2016 y 2040 se van a invertir 10.2 billones de euros en mejorar la energía. Contamos con 7 billones en energías renovables, 2.9 billones en energías fósiles y nucleares, y 0.3 billones en otras energías.

En el mundo hay más de 64 millones de km de carreteras, el prototipo propuesto por SolaRoad propone convertir las vías públicas en paneles solares, para proporcionar energía sostenible a calles, vehículos y hogares. El sistema está constituido por una capa de vidrio que cubre las células solares fotovoltaicas. Se trata de una carretera segura que, al mismo tiempo que capta energía, es capaz de suministrarla a la red eléctrica.

De este modo, la energía capturada en la carretera se puede utilizar en hogares o para los semáforos que se encuentren en el propio vial. En un futuro no muy lejano será posible incluso alimentar a los coches eléctricos que circulen por carreteras inteligentes. Sin duda, esta idea constituiría un paso de gigante hacia la movilidad inteligente y para el uso de energía limpia. Si pensamos en el estado actual de la tecnología, será relativamente sencillo integrar tecnologías inteligentes para gestionar, comunicar y transferir información. Con esto dispondríamos de datos de clima, atascos, flujos de circulación, averías o accidentes de la propia infraestructura. Cualquier tipo información necesaria podría integrarse tanto para transporte de personas como de mercancías.

Si desarrollamos coches inteligentes, también podemos crear carreteras inteligentes. Los dos sistemas juntos pueden ser mucho más eficientes que cada uno por su lado. La tecnología está madura y pronto podríamos tener carreteras con una viabilidad económica comparable a la de las actuales. Es decir, los costes de inversión en infraestructuras serían más elevados en su instalación. Sin embargo, dispondríamos de unos ingresos energéticos que podrían amortizar la infraestructura en pocos años. Si tenemos en cuenta que la esperanza de vida de la carretera es superior a 20 años, el balance económico final sería favorable. Incluso la viabilidad económica podría ser más atractiva que el actual.

Carreteras inteligentes. Grado en Transporte y Logística

Piloto en el Norte de Holanda

Para comprobar la rentabilidad y funcionalidad de estas carreteras solares, se han llevado a cabo pruebas piloto en el norte de Holanda. El sistema propuesto se ha desarrollado, por ahora, en carriles bici. Teniendo en cuenta que este medio de transporte es de gran relevancia, en comparación con otros países europeos, el sistema puede considerarse de exitoso. En Netherlands, el sistema SolaRoad puede aprovechar más de 32.000 kilómetros de carril bici urbano y 30.000 kilómetros de rutas ciclistas. Por tanto, el sistema puede ir probándose aprovechando el cambio de escala en estas ciudades. Inicialmente, se han implantado algo más de 70 metros de carril bici, aprovechando un uso diario de unas 2.000 personas. El ensayo ha superado las expectativas en seis meses de duración. Con tan pocos metros, se ha conseguido producir la energía suficiente para abastecer 3 viviendas.

Expectativas

Se prevé que un cambio de escala que permitiese poner en funcionamiento 1.000 kilómetros de carreteras solares puede llegar a generar la energía suficiente para suministrar el consumo de unos 5 millones de personas. 

Hasta ahora, se creía que podría haber problemas con la percepción por parte de los usuarios. Sin embargo, el ensayo llevó a cabo dividiendo el vial en dos carriles opcionales. Para comprobar el comportamiento de las personas, se instaló una cámara con adquisición de imágenes en continuo. Los resultados fueron positivos ya que, afortunadamente, el uso de los dos tipos de carriles se realiza con toda normalidad. Es decir, no existen diferencias de uso entre el carril equipado con células solares y el carril tradicional. Por tanto, los resultados del ensayo piloto son alentadores y positivos para un futuro desarrollo de este tipo de infraestructuras. Confiemos en que este tipo de iniciativas puedan seguir desarrollándose y en que pronto veremos carreteras inteligentes en muchos países. Parece que este es el camino a seguir.

Nota: este post se ha generado en el ámbito de la materia de Gestión Ambiental del Grado en Transporte y Logística (Ver plan de estudios) de la Universidad Camilo José Cela (Marta Serrano Pérez y Tomás García Martín).