Cómo preparar los exámenes

Se aproximan las evaluaciones del primer cuatrimestre y es muy importante tener las ideas claras para planificar una estrategia óptima que maximice el rendimiento académico. A continuación os detallamos unos consejos que pueden ser útiles para optimizar el tiempo de estudio:

  1. Encontrarse tranquilos y relajados. La memorización depende mucho del nivel de activación o arousal. Es decir, del nivel de activación general fisiológica y psicológica del organismo, que varía en un continuo que va desde el sueño profundo hasta la excitación intensa (Goult y Krane, 1992). Cada individuo tiene su propio nivel óptimo que suele situarse en la zona intermedia entre el sueño y la excitación extrema. Tomar sustancias estimulantes como el café, té, chocolate o refrescos con cafeína suelen sacarnos de esa zona de sueño por fatiga acumulada. Aunque debemos usarlo con moderación para evitar un exceso de activación. El autocontrol y las técnicas de relajación son más recomendables para conseguir la estabilidad emocional deseada.
  2. Planificar el tiempo destinado al estudio. Planificar lo que se va a estudiar antes de comenzar es fundamental. Esta planificación debe ser realista, ni utópica ni poco exigente. Tenemos que marcarnos un objetivo en el corto plazo. Por ejemplo, estudiar el tema 3 en las próximas tres horas. Establecer metas y conseguirlas reforzará la autoconfianza en conseguir el objetivo final: aprobar el examen.
  3. Elaborar mapas conceptuales. Estudiar lo concreto sin perder de vista el lugar que ocupa en lo global es esencial para entender lo que estamos memorizando. En ocasiones, profundizamos tanto en el detalle que nos olvidamos del porqué estamos estudiando ese concepto en concreto. No hay que perder la visión global de lo que estudiamos. Los mapas conceptuales son herramienta que posibilita organizar y representar, de manera gráfica y mediante un esquema, el conocimiento (Ausebel, 1960).
  4. Afrontar el estudio con actitud positiva. En la medida de lo posible, debemos introducir un componente lúdico al estudio. Si las horas de memorización y comprensión de los contenidos los vemos como una obligación, es muy probable que el tiempo se nos haga eterno y cada hora de dedicación nos suponga un enorme esfuerzo. Sin embargo, si lo abordamos con actitud positiva, intentando divertirnos, podemos tirarnos horas y horas estudiando sin darnos cuenta y el esfuerzo no habrá sido en vano.
  5. No pensar en negativo. Pensar que no es posible afrontar el estudio con tan poco tiempo o que vamos a suspender el examen porque va ser muy difícil solo sirve para generar miedo, siendo este aspecto psicológico el principal lastre del proceso de atención y memorización. Una profecía autocumplida es una predicción que, una vez hecha, es en sí misma la causa de que se haga realidad. Debemos evitar presagiar el fracaso para evitar la consumación de la profecía autocumplida.
  6. Refrescar los conocimientos consolidados. Una vez aprendidos los conceptos, es necesario repasarlos con cierta frecuencia. No podemos estudiar una unidad didáctica y no volver a recordarla hasta finalizar todo el temario. La utilización de los mapas conceptuales y resúmenes nos ayudarán a repasar lo asimilado sin perder mucho tiempo. Lo ideal es repasar todas las unidades ya estudiadas antes de afrontar el aprendizaje de un nuevo tema. De esta forma iremos tomando consciencia de la consolidación del aprendizaje, aumentando así la seguridad en uno mismo para abordar nuevos contenidos.

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