Las prácticas en la UCJC: alumnos y ex alumnos responden


Las prácticas en la UCJC: alumnos y ex alumnos responden

Lo habrás oído mil veces y leído otras tantas: hacer prácticas durante la carrera es fundamental. Te aporta conocimientos, te da soltura en los ambientes profesionales en los que te vas a desenvolver cuanto te gradúes, te ofrece una perspectiva amplia de lo que se hace en cada puesto y te enseña cómo hacer las cosas sin la presión de la responsabilidad plena de un trabajador ya graduado.

Se puede, y se debe, empezar cuanto antes, como te contábamos a principios de curso en este post. Y es algo que no sólo te recomendamos nosotros. Alumnos y ex alumnos de la Universidad Camilo José Cela destacan el hecho de hacer prácticas como uno de los mejores aspectos de su formación.

¿Quieres conocer sus experiencias?

“Yo estoy muy contenta con la Universidad Camilo José Cela a nivel de prácticas” afirma Deborah López, de Comunicación Audiovisual y Publicidad, para quien las prácticas son muy importantes. “Llegas a trabajar y es como nuevo todo, como si no hubieras hecho absolutamente de nada. Así de primeras, lo mejor es hacer prácticas, porque te dan esa facilidad luego, en el día a día, en tu trabajo”, asegura. Su experiencia ha sido muy buena: “no todas las universidades te dan esa facilidad de hacer tantas prácticas, ni te lo dan todo tan masticado, es muy asequible hacer prácticas y eso te viene muy bien”.

Alicia Balseiro, del Grado de Protocolo recuerda numerosas prácticas hechas durante la carrera, “una boda, un festival de música, unos premios Goya… hice muchísimas cosas: desde acompañar al backstage a Almodóvar o Salma Hayek, hasta colocar y sentar a un Ministro y al Secretario de Estado de Cultura”. Lo mejor de estas experiencias, defiende Alicia, son las posibilidades que se tienen para realizarlas. “Aprendemos mucho de muchísimas cosas de profesionales en activo y nos dejan de participar realmente de todas esas prácticas que nos ofrecen”.

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Las prácticas son muy satisfactorias para los estudiantes y, además, dan la posibilidad de ayudar a más personas. Como el caso de Mateo Pérez, del Grado de Psicología, que hizo prácticas recolocando laboralmente a parados afectados por ERES en sus empresas o José García, del Grado de Ciencias de la Actividad Física y del Deporte (CCAFD) que asegura que una de las mejores experiencias de la universidad fue poder realizar un taller que les fue muy bien a las personas con daño cerebral con las que trabaja desde hace años en el campo de la rehabilitación. “Ha sido una de las cosas que más aplicación ha tenido en mi vida profesional”, afirma.

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