A partir de la mitad de la segunda década del siglo XXI creció notablemente la atención, tanto por parte de los medios como de los actores del mundo financiero, sobre las que se denominaron criptomonedas, de las cuales los bitcoins han sido sin duda el caso más conocido.
¿Qué son las criptomonedas?
Utilizaremos los bitcoins como ejemplo para hablar en general de todas las criptomonedas, visto que en menor o mayor medida todas ellas se asemejan a este primer caso. Un bitcoin es esencialmente una solución a un problema de criptografía, que según la Real Academia Española la de la lengua, la criptografía es el arte de escribir con clave secreta o de un modo enigmático.
Veamos un ejemplo, considere la siguiente ecuación:
X² = 4
Hay 2 posibles valores, o soluciones, que la resuelven x = 2; x = -2
Si fuéramos los creadores de una criptomoneda, como los bitcoins, podríamos establecer un derecho de propiedad para cada una de las soluciones y podríamos asignar este derecho a la primera persona capaz de aportar dicha solución. El primero en encontrar la solución x=2 sería su propietario y podría ejercer el derecho de propiedad (léase, hacer lo que quiera con su solución, por ejemplo pasarlo a otra persona).
Los creadores de bitcoins
Los creadores de los bitcoins inventaron un problema (mucho más complejo que el de nuestro ejemplo) con un número finito de soluciones (concretamente 21 millones de ellas). En resumen, un bitcoin tiene el aspecto de un largo string (serie) de letras y números que dan solución al problema. Cuando una persona es capaz de descubrir una solución, entonces se convertirá en su dueño, en otras palabras será el (primer) propietario de un determinado bitcoin, y podrá, si quiere, cederlo a otra persona intercambiandolo, por ejemplo, por una determinada cantidad de una moneda tradicional, por un bien o por un servicio.
Ahora bien, ¿cómo podemos saber si somos los primeros en encontrar una determinada solución al problema? De forma parecida ¿cómo podemos estar seguros que la solución (el bitcoin) que acabamos de recibir es válido, es decir que somos sus únicos propietarios? En teoría, cualquiera podría decir que un determinado string corresponde a un bitcoin y el descubridor de un bitcoin podría copiar y pegar su bitcoin infinitas veces y distribuirlo.
Blockchain, la tecnología que hace posible las criptomonedas
Este punto, llamémoslo de validación de la moneda, es clave en la existencia de las criptomonedas y es donde entran en juego dos actores fundamentales en este “juego”: la comunidad y la tecnología. La tecnología que permite la existencia de los bitcoins se llama blockchain y la comunidad está compuesta por todos los que quieran participar. Lo que hace la tecnología blockchain es validar frente a toda la comunidad que participa en el juego de los bitcoins la propiedad de cada uno de ellos, cuando se descubren, y las transacciones de los mismos cuando se intercambian entre usuarios.
Si yo descubro una solución al problema o, como se dice en jerga mino un bitcoin, tendré que mostrar mi solución a la comunidad entera y ésta, tras verificar que soy el primero en aportar esta solución, me asignará la propiedad del bitcoin descubierto. Si luego yo quiero pasar la propiedad de mi bitcoin a otra persona, a cambio por ejemplo de dólares (US$) o euros (€), de un bien o de un servicio, tendré que hacer pública esta transacción a la comunidad de modo que la propiedad del bitcoin pase de mí a esta otra persona. Estas acciones se llevan a cabo gracias y a través de la tecnología blockchain.
La comunidad y la tecnología blockchain aseguran entonces dos cosas:
1- Que en teoría, hay un número finito de bitcoins. No se pueden “imprimir” bitcoins a voluntad de una persona o de una institución (como sucede con la emisión de moneda por parte de un banco central tradicional), su número total se reduce al número de soluciones del problema criptográfico.
2- Los bitcoins no se pueden falsificar visto que su existencia y propiedad está validada y seguida por parte de la comunidad. De hecho, en cada bitcoin se pueden leer todas las transacciones de las cuales ha sido objeto desde su propia creación.
¿Durarán las criptomonedas?
Prever el futuro es imposible, sin embargo se pueden hacer conjeturas. El hecho de no ser respaldados por estados nacionales, no tener valor intrínseco y ser fácilmente sustituibles hacen que el valor de estas monedas sea muy volátil y fácilmente sujeto a burbujas.
Además un punto delicado es que se pueden utilizar para engañar a las autoridades monetarias establecidas, por ejemplo para evadir impuestos. En cuanto estas autoridades sientan que el daño causado por el uso de criptomonedas sea grande, es probable que regulen por ley su existencia, es decir que cabe hasta la posibilidad que veten su utilización lo que llevaría a su desaparición.
Notas:
- Este artículo provee la visión del autor, y no la posición del Blog Empresa y Tecnología, ni la de la UCJC. Por favor, si tiene alguna duda deje un comentario.
- Sobre el autor: Dr. Stefano Visintin, Director del Grado en Empresa y Tecnología. Doctor en economía aplicada.
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