Dopaje

El pasado martes 14 de octubre, la Cátedra Olímpica Marqués de Samaranch organizó una Mesa Redonda sobre el Dopaje. Por desgracia es un tema recurrente, pero que no deja de estar de actualidad, ya sea por un deportista de elite, o porque, incluso en el deporte aficionado se utiliza.
En el desarrollo de la misma participaron personas de ámbitos distintos, pero que al final tenían opiniones coincidentes en cuanto a que había que luchar contra ese problema. Las diferencias partían en el como. Desde una mayor participación en el esquema educativo para que los niños que se inician en el deporte lo vean como un peligro y una trampa adonde no hay ni que acercarse, hasta potenciar y aclarar mucho más las medidas coactivas y punitivas para quien las consume.
Se habló de la historia del dopaje, desde cuando se puede considerar como tal, de los estímulos que puede haber para que la gente se inicie en su consumo, y de las repercusiones que ello puede provocar.
Así mismo se habló de cómo se realizan los controles antidopaje, cuales son las garantías, de la efectividad de los mismos y que ocurre cuando se habla de un “positivo”.
Por último también se mencionó la problemática de los deportistas en cuanto a la propia Ley, en cuanto a la localización, de la preservación de la intimidad y de cómo afecta a la organización de los eventos de los distintos deportes.
Sin embargo, una vez en el debate, surgió una pregunta que se plantea desde hace tiempo de que habría que liberar el deporte de elite del control antidopaje, “ya que a pesar de los controles no se consigue erradicarlo”.
Desde luego es un tema muy delicado, hasta el punto de que no está claro, y así opinan ciertos colectivos, de que hablar del tema en todos los ámbitos sea bueno, sino incluso nocivo. Defienden de que después del escándalo de Ben Johnson en Seúl 88, se incrementó el consumo de ciertas sustancias en colectivos que querían acceder a la Policía, Bomberos, Universidades, e incluso colegios en EEUU.
La opinión general es que obviar un problema existente no lo elimina y que hay que encontrar fórmulas para prevenir de una forma más eficientes y con menos trastornos para los deportistas, que en algunas ocasiones “se sienten perseguidos”. Pero la pregunta es. Si no conseguimos erradicar el Dopaje, ¿debemos liberalizarlo?. ¿Para los deportistas de élite, como defienden algunos?. ¿qué ocurre con los deportistas aficionados, que quieren dar un salto a la élite, que les va a reportar unos beneficios económicos?. Si seguimos en esa escala, y si nos acercamos a la red, donde ya se captan niños de 4-5 años para determinadas especialidades deportivas, veremos que desde esa edad, ya se puede comprobar o al menos sospechar que hay muchos intereses, que desembocarían en utilizar esos métodos, hoy ilícitos, sean cuales sean las consecuencias y efectos secundarios sobre la salud.
En definitiva, es que a día de hoy se plantea que hay que incrementar las medidas preventivas y de control, para disminuir en la mayor medida posible la utilización de estas prácticas.